La psicosis es una enfermedad mental que provoca “falsas creencias, dificultades para reconocer lo que es real y lo que no es real, así como la pérdida del sentido de la realidad” (DSM, II-III-IV y V-2018).
En tal sentido, para evaluar a los pacientes sospechosos de padecer psicosis, los especialistas en higiene y salud mental nos auxiliamos de la evaluación psicológica y psiquiátrico, así como de los exámenes de laboratorio, especialmente de: (a) Los exámenes de sangre para niveles de hormonas y electrólitos anormales; (b) exámenes de sangre para sífilis y otras infecciones; (c) exámenes toxicológicos y, (d) resonancia magnética del cerebro, entre otros.
Por su parte, los resultados cruzados de la evaluación y de laboratorio permiten diagnosticar los siguientes tipos de psicosis: (s) Psicosis inducida por tóxicos, es decir, asociada al consumo en exceso de alcohol o de sustancias prohibidas; (t) psicosis reactiva breve; (u) psicosis delirante; (v) psicosis orgánica heredada; (w) psicosis esquizofrénica; (x) psicosis bipolar; y, (y) psicosis esquizoafectiva.
Las documentaciones clínicas revisadas refieren que las personas con psicosis presentan, entre otros, los siguientes síntomas: (1) Desorganización del pensamiento lógico y del habla; (2) creencias falsas o delirios que no están basadas en realidades demostrables; (3) miedos y sospechas infundadas, sin que haya un peligro o amenaza real; (4) escuchan voces irreales que les dan órdenes o instrucciones que muchas veces resultan funestas; y, (5) sienten y ven y cosas que no existen, llamadas alucinaciones.
De su lado, estudios realizados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) encontraron que, el consumo de alcohol y sustancias prohibidas, provocan la mayoría de las enfermedades cerebrales graves, especialmente, el mal de Parkinson, la enfermedad de Huntington, tumores y quistes cerebrales, así como varias manifestaciones de psicosis graves que siguen siendo estudiadas por la Comunidad Científica Internacional (Informes publicados por la OMS, período 2002-2017).
Asimismo se sabe que, la Demencia, incluyendo “el Alzheimer, el VIH, las infecciones que afectan el cerebro, algunos tipos de epilepsia, los accidentes cerebrovasculares, algunos fármacos de ventas con recetas, los esteroides y los estimulantes, producen uno o más tipos de psicosis” (Informes de los expertos de la OMS-OPS, 2001-2018).
Además, los estudios arriba referidos encontraron que, “la psicosis aparece en la mayoría de las personas con esquizofrenia, trastorno bipolar maníaco-depresivo, trastorno de ansiedad, depresión grave y trastorno de personalidad” (DSM-V, 2018).
Por su parte, la Psicología y la Psiquiatría saben que, “algunas manifestaciones crónicas de psicosis como la Esquizofrenia, requieren el ingreso del paciente a un centro de salud especializado en higiene y salud mental. Una vez ingresado el paciente, eeste es sometido a terapia cognitiva individual y, posteriormente, a tratamientos antipsicóticos vigilados 24/7 hasta que el cuadro esquizofrénico se estabilice.
En tal sentido, los especialistas en higiene y salud mental, además de las terapias cognitivas individuales y grupales, utilizan fármacos antipsicóticos receptados por el Psiquiatra, los cuales reducen las alucinaciones y los delirios. Según las experiencias clínicas documentadas, la mayoría de los antipsicóticos aplicados a los pacientes con psicosis, contribuyen a mejorar los pensamientos, los comportamientos y las alucinaciones y delirios de éstos/as.
También, los especialistas en higiene y salud mental sabemos que muchos de los pacientes con Esquizofrenia, Trastornos Afectivo Bipolar y de Ansiedad, deben permanecer en el centro de salud mental en el que están ingresados, hasta que los episodios de psicosis (alucinaciones y delirios) hayan disminuido o estén controlados.
Además, “habrán pacientes con Esquizofrenia y con Trastornos Bipolar y de Ansiedad que, deberán ser medicados de por vida, para evitar que éstos se autolesionen, ofrecerles seguridad, protección y medicarlos bajo la supervisión del personal paramédico especializado en el manejo y acompañamiento de este tipo de pacientes” (Hallazgos de los expertos de la OMS-OPS, 2011-2023).
De su lado, los pacientes cuya psicosis ha sido controlada, no deben consumir alcohol u otras sustancias prohibidas, ya que una segunda crisis psicótica podría resultar catastrófica para éstos y sus familiares. En tal sentido, el terapeuta que acompaña a los pacientes cuya psicosis ha sido controlada, les recomienda a los familiares apoyarlos y vigilarlos durante las 24 horas del día.
Como usted ha podido observar amable lector en el cuerpo de este artículo, la psicosis es una condición mental que impide que las personas enfermas reconozcan la realidad y, tomen decisiones conscientes, por lo que, los tratamientos psicológicos y psiquiátricos deben ser certeros, para estabilizarlos y protegerlos.
Finalmente, según el diagnóstico del tipo de psicosis, su complejidad y gravedad, los especialistas en higiene y salud mental, definimos estrategias para abordar cada caso en particular, declarando los casos graves como de alta prioridad.
“Si entendiéramos completamente las razones del comportamiento de otras personas, todo tendría sentido” (Sigmund Freud)