Dentro de su apretada agenda de actividades como participante de la 79ma. Asamblea General de las Naciones Unidas, el presidente Luis Abinader sacó tiempo para reunirse con la comunidad dominicana en el Hostos Community College, en el condado del Bronx, Nueva York.

El mandatario también se reunió con periodistas dominicanos en Manhattan, para celebrar su acostumbrado encuentro con la prensa, como lo hace cada lunes en el Palacio Nacional, en lo que se ha denominado LA Semanal.

Fue en ese escenario que Abinader dijo que la canasta familiar de República Dominicana es la tercera más económica de Centroamérica y el Caribe, independientemente del impacto de la inflación mundial en el país.

Reportes de medios de comunicación en República Dominicana relativos al curso de los mercados, revelan que hay un alza de precios exorbitante en todos los productos básicos de la canasta básica.

Eso es así cuando aún no ha entrado la nueva reforma fiscal, que se pronostica incrementará aún más el costo de la canasta familiar, que afectará aún más los bolsillos de los dominicanos.

Las quejas por la carestía de la vida no solo provienen de los que viven en la República Dominicana, también se manifiesta en los familiares que residen en el exterior.

Ante las dificultades económicas en el país, la población solicita constantemente a sus familiares residentes en el exterior mayor envío de remesas, para cubrir el alto costo en los precios de la canasta familiar.

Es casi seguro que esos incrementos de precios están relacionados con el alza de la prima del dólar, que ya sobrepasó el 60 X 1.

Abiander y su equipo económico siguen promoviendo su propuesta de crear nuevos impuestos para poder cubrir los proyectos de inversión pública a nivel nacional, los compromisos de pagos de las instituciones del gobierno, y las amortizaciones a la deuda externa contraída con organismos internacionales.

Pero deben tomar en cuenta que la combinación de nuevos impuestos, unido al incontrolable aumento de la prima del dólar, elevará el alto costo de la vida mucho más de lo que se observa hoy en día.

Eso podría provocar una oleada de protestas callejeras peor que la ocurrida en 1984 durante el gobierno del presidente Salvador Jorge Blanco, luego de que aprobara recomendaciones económicas del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Con la nueva reforma fiscal obligarán a los sectores industrial y comercial apretarse un poco más los cinturones lo que va a reducir las ganancias en sus operaciones.

De aprobarse el plan de eliminación de algunos subsidios e incentivos fiscales a instituciones generadoras de empleos, podría complicar aún más la situación económica en el país, lo que también podría ser explosivo para un gobierno que gozó de un período de cuatro años (2020-2024) sin disturbios sociales de importancia.

Al parecer las cosas no serán igual para el gobierno de Abinader en este nuevo periodo gubernamental 2024-2028 que se inició el pasado 16 de agosto.

A dos días de su regreso al país, cientos de dominicanos se dieron cita frente al Palacio Nacional para protestar contra la presencia de miles de nacionales haitianos indocumentados que caminan libremente por la capital y todas las provincias del país.

La protesta fue organizada por la Antigua Orden Dominicana, un movimiento que desde su fundación manifiesta ser defensora de la patria y contra la presencia masiva de haitianos indocumentados en todo el territorio nacional calificando el hecho como “invasión pacífica” a la vista pasiva de las autoridades.

Abinader, desde que llegó al poder en 2020 ha tratado de imponer una dura política migratoria frente a los nacionales haitianos.

Amparado en la Ley General de Migración 285-04, ha ordenado redadas de indocumentados para su deportación, ha reforzado la presencia de la fuerza armada en la zona fronteriza y la construcción de un muro en la parte divisoria de ambas naciones, pero al parecer sus medidas no han sido suficientes para evitar el ingreso de nacionales extranjeros de forma ilegal.

Mientras tanto, otro movimiento en defensa de los símbolos patrios se está gestando con fuerza aquí en Nueva York con enlace en Santo Domingo, capital de la República Dominicana.

Diferentes profesionales dominicanos que hacen vida política y social en esta ciudad, así como a empresarios y comerciantes han confirmado que han sido contactados para que formen parte de este nuevo movimiento patriótico en el exterior.

Los gestores, acusan al presidente Abinader, a la vicepresidente Raquel Peña y altos funcionarios del gobierno de hacer desaparecer los símbolos patrios de los documentos oficiales en violación a lo que manda la Constitución, ya que están utilizando como logo representativo del Estado la cúpula del palacio de gobierno sin una imagen de la bandera o el escudo dominicano.

Sus argumentos son visibles, si se toma como ejemplo que el podio que utilizó el presidente Abinader en los actos públicos realizados para la comunidad dominicana en Nueva York, solo tenía como imagen la parte superior o cúpula de la casa de gobierno, algo que también se puede observar en la página oficial que tiene en el internet la Presidencia de la República.