Distribuido clandestinamente el volante en los diferentes barrios de Santiago de los Caballeros y Mao Valverde, solo quedaba esperar la reacción a esta acción revolucionaria, osada y peligrosa realizada por los miembros de Unión de Grupos Revolucionarios Independientes (UGRI), creado y dirigido por Wenceslao Marcial Guillén Gómez (Wen).
¿Cómo reaccionaría el tirano Rafael Leónidas Trujillo Molina a ser calificado como un Mierda?, ¿Cómo actuaría el Servicio de Inteligencia Militar (SIM) y los demás organismos de seguridad del gobierno en Santiago de los Caballeros?
Wenceslao Marcial Guillén continuó reuniéndose en la calle conocida con el nombre de El Pantalón, con sus compañeros Rafael Fermín (Fello), Manuel Armando Bueno Pérez y Homero Herrera Velásquez; fundadores de UGRI, a quienes les comunicó lo ocurrido en cada zona donde se tiró el volante.
Wen supo que Miguel Mauricio Estrella Luna había desobedecido su orden, que fue de no tirar el volante en la casa de Justo Castellanos, quien tenía a su hermano exiliado en Venezuela, y también que tiró el volante en la calle Benito Monción.
Wen supo que Regino Pepín había colocado el volante en las puertas de la Iglesia San José, del sector Baracoa, parte baja de la ciudad de Santiago, para que los feligreses los tomaran cuando asistieran a la misa de aquella mañana.
Wen supo que Enrique Perelló, (Enriquito) había tomado prestada la bicicleta de Plinio Herrera Velásquez, hermano de Homero, fundador de UGRI, y se fue en ella hasta Mao Valverde a distribuir el volante.
Plinio Herrera Velásquez amigo y compañero de estudios fue quien le presentó al líder de UGRI a Enrique Perelló (Plinio Herrera Velásquez, actualmente reside en New York).
Manuel Bueno en su libro: “Cárcel y Guerra”, le dedica a Enrique Perelló un artículo que lleva por título: “AL FIN SE LO LLEVARON, donde narra magistralmente la situación física que tenía éste a causa de las torturas recibidas en La 40, y los últimos momentos de desesperación en una cerda de la Policía Nacional antes de ser asesinado y desaparecido su cadáver.
Wen Guillén, como todo gran estratega, había conquistado a estudiantes, zapateros, plomeros, pintores, albañiles, visitadores médicos, locutores, vigilantes, sastres, a jóvenes y mayores de edad.
Los seleccionados para distribuir el volante cumplieron su misión, con excepción de dos miembros del grupo que no cumplieron la misión encomendada, los cuales rompieron y tiraron a la letrina y a un salar baldío el volante. Tres compañeros fundadores de UGRI, fueron advertidos la noche anterior de no participar de la tirada. De los escogidos para esta operación había hijos y descendientes de alemanes, turcos, árabes, españoles, italianos y haitianos.
Quiero hacer un paréntesis en esta serie de artículos sobre el quehacer de los miembros de Unión de Grupos Revolucionarios Independientes (UGRI).
Luego de haber visto una edición del programa de televisión producido por Rafael Pérez Modesto, escuché al entrevistado dar declaraciones que no se corresponden con las de los miembros sobrevivientes de UGRI: de Homero Herrera Velásquez, Manuel Bueno Torres, Rafael Colón, Pedro Sánchez Buldier, Doña Thelma, Naro y Nino Guillen Gómez, Pedro Fernández, El Chinito. Tampoco con la de los compañeros de Wen, Frank Benedicto, Ramón Echavarría, Enrique Almánzar y Domingo Cepeda, entre otros.
Me propuse estudiar y escribir sobre los Panfleteros de Santiago, iniciando con mi primer artículo publicado en Acento el 8 de noviembre de 2013, titulado: “A casi 54 años de…Trujillo es un mierda”.
Estas investigaciones no tienen nada de personal, ni están dirigidas contra nadie en lo absoluto. Fui compañero de clases de tres de ellos, amigo y vecino de otros y posteriormente al tiranicidio he compartido, trabajado y entrevistado a varios miembros de UGRI.
El objetivo de mis artículos consiste en contribuir con la “Memoria Histórica de Los Panfleteros de Santiago”. Además de colocarlos en su justo lugar. Por más improperios, epítetos, maldiciones y calumnias que el Avispón Verde” publique en diferentes medios locales y nacionales, no dejaremos de dar a conocer a la sociedad dominicana la verdad de las hazañas patrióticas de los Panfleteros de Santiago.