El director ejecutivo de la Defensa Civil y presidente de la Comisión Nacional de Emergencias, Juan Salas, encabezó el pasado viernes 18 de octubre el acto de graduación de 32 profesionales que finalizaron sus estudios en el diplomado de gestión integral de riesgos de desastres impartido por la Escuela Nacional de Gestión de Riegos (ESNAGERI) que dirige la doctora Miguelina Tactuk.
El acto contó con la presencia del director de la Oficina Nacional de Evaluación Sísmica y Vulnerabilidad de Infraestructura y Edificaciones (ONESVIE), ingeniero Leonardo Reyes Madera, de cuya entidad participaron varios profesionales.
De igual forma, al evento asistió el encargado del Sistema Integrado Nacional de Información (SINI), coronel Rubén Frontal, instancia que tiene como finalidad principal sistematizar el conocimiento de las amenazas para ponerla al servicio de los tomadores de decisiones, la sociedad y comunidades.
Tal como se lo propuso la coordinación del diplomado, los participantes fueron dotados de los conocimientos, herramientas y estrategias en materia de gestión de riesgo de desastres, con el propósito de fomentar en sus ámbitos de trabajo una cultura de reducción de riesgo y resiliencia.
Entre elogios y sonrisas de gratitud, los graduandos expusieron diversos trabajos de investigación mostrando el nivel de aprendizaje adquirido y la satisfacción de haber llegado al final del curso.
Con este grupo de profesionales que la ESNAGERI ha preparado se garantiza que, en cada entidad del Estado y sector privado, se desarrollen o mejoren en las instituciones los planes estratégicos internos para una adecuada gestión de riesgo.
El diplomado tuvo una duración de diez semanas con un cuerpo docente preparado en las temáticas definidas en los módulos de enseñanza del ámbito de gestión de riesgos de desastres. La iniciativa formativa contribuye al fortalecimiento de la alianza público-privada en la reducción del riesgo de desastres.
La dirección de la ESNAGERI destaca lo importante de la promoción que se gradúa, al señalar que reducir las pérdidas humanas y económicas asociadas a eventos que ocasionan tragedias es un compromiso de todos y todas.
Repasar y recordar con vehemencia que los desastres son una combinación de amenazas, exposición y vulnerabilidad es una tarea cotidiana y permanente. Que hacer frente a la realidad de los riesgos que obstaculizan el desarrollo y crecimiento económico es sostenibilidad para vivir mejor.