La Odontología Biomimética es un enfoque restaurador que, si bien es nuevo para algunos, tiene sus inicios en la década de 1990. Es un enfoque basado en evidencia científica, que busca re-establecer la salud oral del paciente con materiales y técnicas conservadoras. Su objetivo es llevar los dientes a una condición lo más parecida posible al diseño original de los mismos, en términos de biología, función, mecánica y estética.
El punto de referencia de la Odontología Restauradora Biomimética (ORB) es el diente original, intacto, en su forma, posición y color ideal. La ciencia debe enfocarse en el desarrollo de materiales y técnicas que permitan restaurar los dientes hasta las condiciones ideales de la manera menos invasiva posible y, al mismo tiempo, se busca que dichas restauraciones tengan una permanencia razonable en la boca del paciente.
Este enfoque científico ha avanzado de la mano del Dr. Pascal Magne, autor del libro “Biomimetic Restorative Dentistry”. Su caminar científico se inició en Suiza, su tierra natal, y caminó hasta EEUU, específicamente hasta la universidad “University of Southern California” (USC), desde donde se ha extendido como movimiento restaurador a todos los rincones del mundo odontológico.
En su libro, el Dr. Magne describe los cuatro elementos que debe conjugar el dentista que ha decidido abrazar la biomimética como el fundamento de su prácticica odontológica. Estos cuatro pilares son: la investigación científica, la experiencia previa del dentista, el sentido común y las condiciones personales del paciente. La decisión del tratamiento dental para cada paciente debe estar basada en un conjugación de estos cuatro elementos.
No todos los tratamientos son adecuados para todos los pacientes y no todos los dentistas pueden realizarlos de la misma manera.
Recientemente, yo estuve en California EEUU, y tuve la oportunidad de aprender del Dr. Magne, en persona, acerca de este novedoso enfoque científico. Lo que ha dado orígen a su ciencia es el hecho de que el Dr. Magne tiene una reverencia extraordinaria por el diseño original de los dientes, tal como Dios los creó. De esa reverencia extraordinaria por el diseño original, surge la labor científica de hacer todo lo posible por preservar los dientes. Si hay enfermedad y es necesario restaurar los dientes, se usan técnicas y materiales que sean lo menos invasivas posible y que nos ayuden a mantenernos apegados al diseño original. El aporte significativo de la Biomimética a la práctica odontológica ha consistido en desarrollar protocolos de adhesión que garanticen que esas restauraciones conservadoras tengan permanencia en boca por un tiempo largo de 10 a 20 años.
Ahora mismo nos encontramos en tiempos de cambio/avance emocionantes en el quehacer de los dentistas. Estoy convencida de que la sinergia entre la Biomimética, la Inteligencia Artificial y la tecnología de CAD/CAM va a mejorar significativamente la manera en que los dentistas brindamos un servicio odontológico de calidad, que respete la biología y que contribuya de manera integral a mejorar el bienestar y la calidad de vida de nuestros pacientes.