En efecto, cuando se habla del turismo, las zonas francas, las remesas, las exportaciones, las inversiones y de una relación bilateral fuerte y comprometida políticamente, Estados Unidos predomina por mucho a la de cualquier otro país del mundo.
El lunes 5 de junio, se convirtió en la decimoquinta vez donde el mercado bursátil registro una caída espectacular. A este lo están llamando el LUNES NEGRO. Pero ha habido martes y viernes negros.
Esa percepción negativa que prevalecía hace unos meses entre los consumidores y los inversionistas explotó el lunes 5 de agosto con una caída histórica en los mercados bursátiles a nivel mundial. La última fue durante la pandemia del COVID en el 2020.
Las acciones terminaron una sesión de negociación turbulenta, ya que los inversores temían que la economía estadounidense se tambaleara de tal forma que cayera en recesión.
El Dow se desplomó 1.034 puntos, o un 2,6%. El S&P 500 se desplomó un 3% y el Nasdaq Composite cayó un 3,4%.
El Dow y el índice de referencia S&P 500 registraron su mayor pérdida porcentual diaria desde 2022, cuando el agresivo ciclo de subidas de tipos de la Reserva Federal contribuyó a que el S&P 500 entrara en un mercado bajista.
¿Qué pasó realmente? Nada que no estuviera previsto en meses atrás. El consumo venia cayendo, el índice de producción manufacturera también, el mercado bursátil estaba demasiado acelerado y los datos de enero sobre el desempleo, fue la gota que colmo el vaso.
¿Culpables? Todos apuntan a la FED (La Reserva Federal) que en su última reunión en julio decidió mantener los tipos de interese sin cambio lo que fue considerado un error garrafal.
Siempre hay un desfase entre el momento en que suben las tasas y el momento en que la economía ve los efectos completos. Esa brecha es generalmente de entre 9 y 15 meses y se llama desfase monetario.
A esta altura, las alzas acumuladas de las tasas de la Reserva Federal afectan el empleo, que siempre es uno de los últimos sectores de la economía en sentir el efecto. ¿Por qué? Porque las empresas son reacias a despedir personal y contratar nuevos empleados.
Definitivamente, esta crisis bursátil pude afectar a Republica Dominicana de diferentes formas, pero también hay que reconocer la capacidad de recuperación de la economía norteamericana. Hablamos de que el desempleo subió de 4.1% a 4.3% en julio, que es una cifra todavía muy baja.
Los mercados a veces reacción por en efecto en cadena que tiene un origen no siempre justificado. Es un pánico momentáneo si se detiene a tiempo.
La buena noticia es que el martes 6 de agosto, un día después de la debacle, los índices bursátiles se recuperaron. El Dow aumento un 0.76%, el S&P 500 un 1.04%, el DAX 1.40% y el Nasdaq 1.03%. También se recuperó el euro Stokk 50, con un 1.73% y el Nikkei con 1.19%.
Algunos miembros de la FED hablaron sobre la posibilidad de que en la próxima reunión en septiembre se inicie un desmonte de la tasa de interés a raíz de la caída en el empleo en los últimos tres meses. Ya es hora de dar marcha atrás a pesar de que la inflación está en un 3% cuando la meta es llevarla al 2%.