Con el fin de la navidad este domingo, podríamos hacer una proyección de la agenda del nuevo año. Esa agenda podría estar dirigida en dos direcciones: la internacional y la nacional.
La agenda internacional evidentemente está determinada por el regreso de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos, y su toma de posición el próximo 20 de enero, y sus políticas de contención de la guerra.
En el plano internacional el conflicto Ucrania-Rusia se proyecta va para tres años. El conflicto en la zona de Gaza y la situación de Hamás plantea amenazas de inestabilidad en la región del Medio Oriente, con trascendencia más allá.
La situación en Siria es algo que está por verse, debido a la falta de homogeneidad de las propias fuerzas. Vemos el caso de Irán en estos momentos sumamente debilitado, ante la situación de Gaza y la propia situación de la Palestina.
En el ámbito latinoamericano, sin duda alguna, la mayor tensión lo genera la situación en Venezuela. El presidente Nicolás Maduro el pasado 10 de enero se juramentó y a partir de este momento nuevos escenarios y nuevos conflictos se abren.
Podríamos ir en dos direcciones: una consolidación de la dictadura o un debilitamiento de la misma. Mucho va a influenciar la posición de los Estados Unidos sobre este tema, que puede ser de dos vías: un entendimiento con Maduro, para garantizar abastecimiento de hidrocarburos a precio económico.
Un nivel de oxígeno lo suficientemente factible para que la economía venezolana siga respirando; o de lo contrario retar directamente al presidente Maduro y generar situaciones impredecibles al interior de Venezuela, brindando más apoyo a la oposición interna.
En este ámbito, donde el gobierno de Nicolás Maduro está prácticamente aislado internacionalmente y donde solamente unos cuantos jefes de Estado lo acompañaron en su juramentación, plantea el otro escenario posible.
Está por verse la nueva visión del gobierno de Donald Trump con planteamiento de temas políticos y geopolíticos interesantes, como por ejemplo la compra de Groenlandia, la cual tiene un 10% de la reserva de agua del mundo, así como materiales estratégicos para la alta tecnología.
Aparte de esto, Groenlandia es estratégica en la geopolítica para EE.UU, a los fines de generar contención sobre su dos principales rivales, China y Rusia.. Es interesante también el debate introducido por Trump sobre el cambio conceptual del llamado Golfo de México para que se llame el Golfo de las Américas. Parecería algo simple pero geopolíticamente tiene una connotación sumamente importante, porque extendería al plano internacional la condición jurídica del golfo.
En el plano nacional una agenda complicada, la cual esperan múltiples reformas introducidas por el presidente de la República, Luis Abinader, como las reformas laborales, la reforma de la Seguridad Social, y como siempre pendiente la reforma del Código Penal.
Lejanos están aquellos días de pretensiones para una reforma del Código Civil y del Código Procesal Civil.
Llegado a este momento no sabemos si tendremos una nueva reforma fiscal o si simplemente el gobierno lo decidió, realizar una reforma sectorial progresiva y de ajuste. El aumento de los peajes puede ser una señal del emprendimiento de ese camino.
En la agenda legislativa también deberán encaminarse dos proyectos que son el de la reforma de la ley electoral para introducir cambios, que tienen que ver con la pasada reforma constitucionales y con la nueva sentencia del Tribunal Constitucional.
Se espera por una reforma también a la ley de partidos movimientos y agrupaciones que desde ya se nos hace prácticamente obsoleta. Queda pendiente también la iniciativa del presidente de la República, sobre reformas de ministerios que podrían realizarse y plasmarse este año como: El ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo con el Ministerio de Hacienda y los Ministerios de Educación con Educación Superior, Ciencia y Tecnología.
Así las cosas, todas estas reformas institucionales, corren en paralelo con la economía y con los temas latentes que quedan pendientes en la sociedad dominicana, como el tema de seguridad ciudadana, la viabilidad sobre todo en el gran Santo Domingo, los temas de déficit fiscal, y la agenda partidaria.
Con este escenario mínimamente descrito, en esta primera entrega del año se pueden observar los múltiples factores de desafíos que tiene la sociedad dominicana. Depende de nosotros para que el presente año sea mejor, y superar las adversidades que se puedan presentar en el camino