Una vez que se ha realizado la verificación, si es que procede, se hacen los pagos de los servicios portuarios que han sido requeridos y por tanto, cada una de los actores involucrados deberá proceder a la liberación de la carga, lo que se supone debe ser un proceso prácticamente automático. La realidad es que hay una falta total de coordinación que termina en una enredadera para el importador que brinca de una a otra reclamando que se han ejecutado los pagos, pero no se ha liberado la carga.

 

Finalmente liberada la carga, se procede a la gestión del chasis que con mucha suerte podría obtenerse en dos o tres horas, porque la realidad que se vive en los puertos de Caucedo y Haina es que los chasis de que disponen los agentes navieros no son suficientes para abastecer la demanda y esto ocasiona mayor estadía de la mercancía en el puerto, lo que se traduce en nuevos costos que el importador debe pagar, sin razón, ya que quien debería pagar estos atrasos son las agencias navieras por no contar con los chasis suficientes. La soga rompe por lo más flojo y al final del día el dueño de la carga se ve obligado a pagar, ya que no tiene opción y además nadie que defienda sus derechos.

 

Si es afortunado como si se tratara de un juego y consiguió el chasis en varias horas o al siguiente día, entonces deberá volver a pagar los recargos por el día adicional si se generó y luego gestionar un turno para enlazar el contenedor al chasis. Si su contenedor, requiere de una grúa para poder enlazarlo, entonces aquí encuentra otra situación que podría generar un nuevo atraso y consecuentemente un nuevo pago. Es importante destacar que las grúas y el personal que las opera pertenecen a sindicatos establecidos dentro de las instalaciones portuarias, por lo que la administración del puerto no tiene ninguna autoridad sobre estas organizaciones. Además, se generan grandes taponamientos cuando las grúas deben descargar un barco y al mismo tiempo atender a los requerimientos del despacho de los contenedores, sea por falta de grúas y también lo que es muy común por falta de personal operativo.

En las fotos las grandes filas de camiones en espera de que sean enlazados los contenedores, que tal como se observa son de tal longitud que traspasan los límites territoriales de los puertos. Esto es una situación que se repite todos los días de operación de los puertos de Haina y Caucedo.

 

Una medida de importancia lo constituye el hecho de que en el caso del puerto Caucedo que es el que recibe la mayor carga de importación del país, se ha establecido el despacho las 24 horas del día, medida a la que contribuyeron los transportistas en vista de que a diario estos tenían que esperar y hacer largas filas durante muchas horas y al final cuando llegaba la hora del cierre había que esperar el siguiente día para el despacho. En el caso del puerto de Haina, esta medida no ha podido ser establecida y ya para las 9 a 10 de la noche el puerto cierra sus operaciones. Habría que señalar que el despacho en 24 horas podría ser más efectivo si los agentes navieros pudiesen contar con la cantidad de chasis en buen estado, así como de grúas, equipos que se requieren y de acuerdo con la demanda del puerto, de tal manera que permita que las horas de espera actuales nocturnas y de madrugada se redujeran a tiempos razonables.

 

En nuestra próxima entrega, expondremos las conclusiones y consideraciones finales con miras a que podamos hacer nuestros puertos más eficientes y menos costosos, aunque no podamos realizar el proceso en 24 horas.