Los últimos días han sido de profunda conexión espiritual para Elizabeth y Rubén, quienes han llevado la imagen de Nuestra Señora de la Altagracia a través de los puertos mexicanos de Manzanillo, Colima, y Puerto Vallarta, Jalisco. En estas tierras llenas de sincretismo cultural y religioso, la Virgen ha sido recibida con grandes demostraciones de fe.

El padre Refugio Bolaños, en representación de la comunidad mexicana, ha dado una cálida bienvenida a la Virgen, destacando la importancia de su presencia en estas tierras.

El viaje continuó cruzando el vasto Océano Pacífico, y tras navegar en aguas profundas, Elizabeth y Rubén finalmente tocaron tierra en Kona, Hawái, después de cruzar la línea internacional del tiempo. Cuando se cruza la Línea Internacional de Cambio de Fecha viajando hacia el oeste en un barco, se produce un cambio en la fecha. Esto significa que se salta un día hacia adelante en el calendario. Este fenómeno se produce porque la Línea Internacional de Cambio de Fecha marca la transición entre dos días consecutivos en el calendario, generalmente de un día calendario a otro, y su posición fue establecida para evitar la confusión en la medición del tiempo alrededor del mundo.

En Kona, fueron recibidos con afecto en la iglesia de San Miguel por el padre Leo, quien resaltó la trascendencia espiritual de la llegada de Nuestra Señora de la Altagracia a esas tierras.

Después de Kona, el viaje llevó a los peregrinos a Honolulu y luego a las remotas islas de Guam, donde el diácono Jeffrey Camacho les dio la bienvenida con gran afecto. El pasado Lunes 19 de Febrero, han arribado a Saipán, en las lejanas Islas Marianas, en el Pacífico Occidental. Saipan fue colonizada por los españoles en 1521. Durante la Primera Guerra Mundial, pasó a manos del imperio japonés, y en 1986, se unió a los Estados Unidos.

Con cada milla navegada, el mensaje de amor y devoción de la Virgen sigue dejando una huella profunda en los corazones de quienes tienen el privilegio de recibir su bendición. Sigan acompañándonos en este viaje espiritual mientras nos dirigimos hacia nuevos horizontes de fe y encuentros sagrados.