-Porque: Llegó el tiempo de demostrar y hacer, no de parlar.
-Los políticos son como los perros, que, si te ven desprotegido, te muerden.

Lo sagrado de las leyes, solo llega hasta dónde llega lo sagrado de quienes la elaboran y aprueban, así de sencillo. Partiendo de ese hecho real, cualquier ley siempre está sujeta a reforma, debido a su origen, incluyendo la llamada ley de leyes, constituyendo, el mayor problema, la intención de quienes están llamados a reestructurarla, como seria, prohibir, en la Constitución, que ningún puesto electivo se pueda ocupar por más de dos reelecciones corridas y, de esa manera, acabar con la profesión de político eterno.

Estamos conteste que la codicia, maldad, arrogancia y la ambición sin límites, hace casi imposible que podamos ver ese tipo de reforma, ya que, a nuestros políticos, no les importa el medio, y, solo el fin, para tener o mantener un poder con el cual sostener sus riquezas o el alto de su ego, es que los rige. Cosas estas, que, en sus atormentados sueños, le laceran hasta el alma.

Es por eso, que, en medio de la pomposidad de nuestra tan cacareada democracia, los detalles de las cosas se han ido dejando de lado, con temor hasta a ver las cosas que saben muy bien, no son para nada, cosas nimias, muy por el contrario, ya que, pasado un tiempo, se convierten en dagas para el corazón de esta democracia. Estamos desde hace un tiempo, en medio de indelicados políticos y perversas autoridades, que han permitido que la plebe, los narcos y sus relacionados, los líderes -no, esa no es la palabra- más bien, los explotadores de los trabajadores sindicalizados, y, hasta militares inmersos hasta el tuétano con narcotraficantes, haya y estén ocupando funciones, cual, si fuesen jefes de la Cosa Nostra, como aquel Jimmy Hoffa, líder del sindicato de camioneros en USA. Ayyy, otra vez lo dije. Ufff.

A lo antes escrito, añádanle el triste caso de la herencia política para con los descendientes directos de líderes y alcahuetes pegados a las tetas del Estado como sanguijuelas y que, por demás, les ha dado por hacernos creer, su imprescindibilidad para sostener esta democracia. Escuché decir a un “opinador” que estos “muchachos” están muy bien preparados y no se equivocó, pero; ¿por qué no decir que fueron educados para precisamente continuar siendo políticos como profesión? ¿Por qué no decir que esas carreras fueron pagadas, privilegiadamente con dinero del erario? ¿Por qué no decir que muchas de esas posiciones son producto del tráfico de influencias ejercidas por los Patriarcas? ¿Por qué no decir que algunos de estos, siendo aun adolescentes, ya eran multimillonarios, ejerciendo como suplidores del Estado, y bajo el amparo del Patriarca o la Matrona?

Muchos han considerado la pasada campaña electoral, -principalmente la Municipal y la de los diputados y senadores- como una de las más sosas de los últimos años y, no dejan de tener sus razones. ¿Acaso se escuchó alguna iniciativa seria o importante, aparte del supuesto deseo de los proponentes por “ayudar” o “defender” tal o cual región? No, no propusieron nada, solo bla, bla, bla y mucha farándula por el medio, aunque quizás ahora, que ya están ocupando las posiciones podamos en algún momento, despertarnos con la nueva buena de que: En las cámaras se presentaron ayer y fueron aceptadas las siguientes propuestas a ser realizadas en estos próximos cuatro años.

A saber: la eliminación de la Cámara de Diputados; la eliminación por siempre de la división del territorio nacional; la creación de una sola Cámara de Senadores con dos representantes por provincia, quedando las mismas congeladas en la cantidad actual; la eliminación del Barrilito y, de no obtener el numero requerido para su aprobación, devolver mediante cheque certificado el importe del mismo a la tesorería nacional; el tiempo pasado como senador, será sumado a las otras funciones que ejerza el ex, para fines de pensión del Estado y, como fresa del pastel, la abolición del 50+1, adefesio surgido de una crisis que ha sido superada y que se mantiene como la peor fuente de corrupción económica, política, social y ética, dentro de esta modesta democracia, todo esto, dentro de importantes iniciativas que serán dadas a conocer próximamente. ¡Aleluya, que ricura! ¡Sí señor!