Las narrativas sobre emprendedores y el éxito de sus iniciativas son innumerables y, en ocasiones, más fascinantes que la realidad. A través de los años, he comprendido que no existen reglas, solo realidades.
En este artículo, examino estas realidades y comparto mis reflexiones basadas en la perspectiva adquirida hasta 2023.
La realidad del emprendimiento en América Latina y el Caribe
Empezar un negocio no es una labor sencilla, no obstante, el globo ha sido testigo del surgimiento de un incremento de nuevas compañías. Según Statista, en América Latina y el Caribe, la población en edad de trabajar involucrada en la creación de un nuevo negocio puede oscilar entre el ocho por ciento en Brasil y más del 25 por ciento en Ecuador. Brasil, por ejemplo, es uno de los países de América Latina con la tasa de emprendimiento más alta entre las empresas de hasta 3,5 años de antigüedad.
Esto significa que las startups no solo se fundan, sino que también prosperan allí. El banco brasileño Nubank es la startup más exitosa de la región, con una valuación de 10 mil millones de dólares estadounidenses es un ejemplo de dicho crecimiento. Latinoamérica también sobresale por su elevado índice de emprendimiento femenino, en especial en Ecuador, donde más de un tercio de las mujeres en edad laboral se involucran en actividades empresariales en su etapa inicial.
Los emprendimientos de software son intangibles
Comenzando con una idea, los emprendimientos de software pueden desarrollarse en cualquier lugar y a cualquier hora. En los últimos años, hemos visto una explosión de innovación gracias a las tecnologías emergentes y al acceso globalizado a la educación en tecnología. Sin embargo, esta flexibilidad puede verse limitada una vez que el emprendimiento se formaliza y se somete a la rigidez de las estructuras tradicionales.
Uno de los ejemplos más notables en América Latina es el de Rappi, una startup colombiana que se ha convertido en un unicornio tecnológico, superando desafíos de financiación y expansión. Otro ejemplo es el de MercadoLibre, que comenzó como una pequeña startup argentina y ahora es la plataforma de comercio electrónico más grande de América Latina.
El número de empresas de unicornio que la región ha producido en los últimos años es una prueba del hecho de que el ecosistema de startups de América Latina está prosperando, y no solo dentro de las fronteras nacionales.
En cambio, en la República Dominicana tenemos emprendedores destacados como Paola Santana, Jean Piero Núñez, Alex De Santos, entre otros, pero su constante es que los proyectos han tenido que desarrollarse fuera del país para lograr tracción o financiamiento. Esto valida nuestra máxima que expresa que para "entrar a la República Dominicana hay que primero salir".
El financiamiento sigue siendo un desafío en América Latina
A pesar de los avances, conseguir financiamiento para emprendimientos de software en América Latina puede ser una tarea ardua. Muchas veces, estos emprendimientos carecen de valor tangible, lo que dificulta la obtención de fondos. Sin embargo, el panorama está cambiando con el auge de las inversiones en tecnología en la región.
Para superar los desafíos financieros, los emprendedores han recurrido a opciones de financiamiento alternativo, como el crowdfunding y el capital de riesgo. Para superar los desafíos técnicos, han colaborado con otros emprendedores y han buscado asesoramiento de mentores experimentados.
Los inversores institucionales representan una gran proporción de la actividad de financiación en el sector de las finanzas alternativas en América Latina. Según The Global Alternative Finance Industry Report de 2018, el volumen de financiación proporcionado por los inversores institucionales representó el 99 por ciento del total de los fondos asignados en el modelo de préstamos comerciales del balance de la región.
Aunque la adopción de la nube ha crecido exponencialmente, las regulaciones fiscales aún pueden ser un desafío, especialmente cuando se trata de justificar gastos relacionados con servicios internacionales de computación en la nube.
La tecnología es aún misteriosa para muchos
La tecnología a menudo es percibida como "mágica", y esto puede representar una barrera para la adopción de nuevos productos o servicios. A medida que el conocimiento y la comprensión de la tecnología aumentan, las expectativas de personalización y ajuste también se elevan, presentando retos adicionales para los emprendedores.
La IA y blockchain han abierto nuevas oportunidades para los emprendedores tecnológicos. La IA ha permitido el desarrollo de soluciones innovadoras en campos como la salud, el comercio electrónico y la educación. Blockchain, por su parte, ha proporcionado la base para el desarrollo de criptomonedas y contratos inteligentes, dando lugar a empresas como Bitso en México.
Los proyectos de tecnología son un trabajo en progreso
El software ha evolucionado hacia un modelo de actualización continua. Esto puede ser beneficioso, pero también puede generar expectativas poco realistas para los emprendedores, quienes pueden verse presionados para mantener un ritmo de innovación que solo las grandes empresas pueden permitirse.
Comenzar una nueva empresa es una de las áreas con la puntuación más alta cuando se analiza la facilidad de hacer negocios en América Latina. Obtener crédito o hacer cumplir los contratos puede no ser tan fácil para los empresarios, por otro lado.
A medida que la tecnología evoluciona, también lo hacen las plataformas que los emprendedores no controlan, convirtiéndolas en una amenaza potencial. Sin embargo, aquellos que deciden construir sus propias soluciones pueden mitigar estos riesgos.
Navegando en el tanque de tiburones
El tanque es tu mercado y cada elemento en él, desde el Estado y sus regulaciones hasta tus competidores y clientes, representa desafíos y oportunidades. Salir del tanque no significa salir del país, sino hacer crecer tu emprendimiento hasta el punto en que pueda sustentar tu vida y la de tu familia.
Según Mastercard en 2021, seis países latinoamericanos tenían más del 81 por ciento de sus empresarias iniciando un negocio porque no había mejores opciones. En general, en la región, las mujeres tenían una tasa de emprendimiento impulsada por las necesidades más alta que los hombres. En México, la tasa de emprendimiento impulsado por las necesidades alcanzó casi el 89 por ciento para las mujeres y el 81,3 por ciento para los hombres. En Costa Rica, la proporción de mujeres empresarias impulsadas por la necesidad fue casi el doble que la de los hombres.
Existen numerosos recursos de apoyo para los emprendedores tecnológicos, incluyendo incubadoras como Startup México y NXTP Labs en Argentina, Startups Academy y la Red Enlaces en Santo Domingo, que ofrecen financiación, mentoría y formación. En la región YCombinator está "echando mano" a las startups latinas, sobre todo si se enfocan en Fintech. Además, eventos como el LATAM Tech Summit y la Semana del Emprendedor en México proporcionan oportunidades para conectar con inversores y otros emprendedores.
Es redundante, pero importante recordar que la pandemia de COVID-19 ha acelerado la transformación digital en todas las industrias, lo que ha generado nuevas oportunidades para los emprendedores tecnológicos. Al mismo tiempo, el efecto de la pandemia también ha presentado desafíos en términos de financiación y operaciones. Sin embargo, muchos emprendimientos tecnológicos han encontrado formas de adaptarse y prosperar en este entorno, aprendiendo a conectar con el mercado B2B nacional, que en el caso de la República Dominicana, tiene aún muchas oportunidades.