El artículo anterior identifiqué que el presidente Milei se autoclasifica como libertario, que el brazo económico de los libertarios es la escuela austríaca de economía y que Argentina será su laboratorio. (Fuente: https://www.casarosada.gob.ar/informacion/discursos/50299-palabras-del-presidente-de-la-nacion-javier-milei-en-el-54-reunion-anual-del-foro-economico-mundial-de-davos).
Las tesis de la escuela austríaca se divulgaron hace décadas en Sudamérica y se asocian a su exponente máximo, Frederic Hayek, con las políticas económicas de las dictaduras de Pinochet y de los militares argentinos. El presidente Milei con sus ideas libertarias resulta controversial por estas razones, aunque no es correcto endilgarle el terrible pasado antidemocrático de Argentina.
La escuela económica austríaca es el “uno contra todos”, pues rechaza las teorías económicas marxistas, keynesianas, monetaristas o neoclásicas (en esta se circunscribe la escuela de Chicago y economistas como Milton Freidman). Sus ideas se resumen en: Estado reducido, libertad de mercado (desregulación) y respeto al derecho de propiedad.
Hayek expuso las bondades del capitalismo y detractó al socialismo, brindando marco teórico a la derecha occidental para combatir al socialismo durante la guerra fría. (Fuente: Bruce Caldwell de Duke University y Leonidas Montes de Universidad Adolfo Ibáñez. Estudios Públicos, 137 (verano 2015), 87-132 ISSN: 0716-1115 (impresa), 0718-3089 (en línea) ARTÍCULO FRIEDRICH HAYEK Y SUS DOS VISITAS A CHILE*
wwww.cepchile.cl https://www.estudiospublicos.cl/index.php/cep/article/view/208/223 )
El discurso del presidente Milei en el Foro Económico Mundial de Davos (FEM o Davos) está cargado por una retórica hiperbólica propia de la guerra fría que recuerda no solamente a Hayek, sino al ideólogo del conservadurismo republicano estadounidense, Murray Rothbard (fundador del Cato Institute y del Mises Institute, ONGs libertarias estadounidenses).
Objeta el socialismo con vehemencia, colocando en el mismo saco al comunismo stalinista, el maoísta, marxista, socialdemócratas y al socialismo del nuevo milenio de Chávez en Venezuela, Lula da Silva en Brasil y de los Kirchner en Argentina.
Endilga a los “socialistas”, sin discrimen, tanto el exterminio de millones de personas, responsabilidad de Stalin y Mao, como el desacierto de las políticas económicas empleadas en la nación argentina. Indica que las políticas “colectivistas” del partido peronista se enmarcan como socialismo y les responsabiliza de la debacle económica en Argentina.
Milei esboza su tesis sobre la pobreza y el triunfo del capitalismo con cifras que van desde la Revolución Industrial del siglo XIX, hasta la caída del muro de Berlín. No hice el fact check de esos datos, pues escapa al objetivo de este artículo, sin embargo, es preocupante el resultado de tal ejercicio por otros medios especializados ( https://www.publico.es/internacional/milei-davos-datos-falsos-repetidos-conferencia-2018.html).
Se vale de hipérboles económicas, atacando al predominante neoclasicismo económico (incluyendo la Escuela de Chicago), al tiempo que defiende el capitalismo de Adam Smith (a pesar de que se autodefine como “libertario”, movimiento posterior a Smith). Para esgrimir su tesis utiliza dos ejemplos, primero la reducción de la pobreza gracias exclusivamente al capitalismo libertario; segundo sobre los principios de competencia en el mercado.
Milei indica que en el 2020: “la población en pobreza extrema cayó al 5%”, gracias a las virtudes del capitalismo libertario. (Fuente: https://www.casarosada.gob.ar/informacion/discursos/50299-palabras-del-presidente-de-la-nacion-javier-milei-en-el-54-reunion-anual-del-foro-economico-mundial-de-davos)
Resulta problemático asumir pura y simplemente esta tesis de Milei, por muchas razones. En especial ante las estadísticas del Banco Mundial, a saber:
- “(…) entre 1990 y 2013, más de 1000 millones de personas lograron salir de la pobreza extrema, cuya tasa cayó del 37,8 % al 11,7 %”.
- “(…) a partir de 2014, el ritmo de disminución de la pobreza comenzó a desacelerarse. Entre 2014 y 2019, la pobreza apenas descendía aproximadamente 0,6 puntos porcentuales por año (…) en 2020, estos avances se detuvieron abruptamente.” (Es decir 8.1% sería la tasa de pobreza al 2019 según el Banco Mundial).
- El Banco Mundial establece que “varias crisis superpuestas importantes —la pandemia de COVID-19, las conmociones climáticas, los conflictos inesperados y el aumento de los precios de los alimentos— llevaron a que entre 2020 y 2022 se perdieran tres años de esfuerzos. Actualmente, la tasa mundial de pobreza ha vuelto a los niveles anteriores a la pandemia, pero los países de ingreso bajo, los más afectados, aún no se han recuperado”.
La tesis sobre la pobreza de Milei en el FEM es disputable porque elude mencionar, que desde septiembre de 2015 los líderes de los miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), adoptaron, y trabajan en torno a 17 objetivos globales para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar prosperidad, con metas específicas para el 2030. Se conoce como los Objetivos de Desarrollo Sostenible o Agenda 2030. (Fuente: https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/objetivos-de-desarrollo-sostenible/).
La realidad es que la desigualdad no solo se ha mantenido, sino que la reducción de la pobreza extrema verificada antes del 2019 no solamente se estancó, sino que ha retrocedido entre el 2020 y el 2023 debido a la COVID-19, la guerra de Ucrania y ahora la de Medio Oriente.
(Fuente: https://www.bancomundial.org/es/news/feature/2023/12/18/2023-in-nine-charts-a-growing-inequality; https://www.undp.org/press-releases/165-million-people-fell-poverty-between-2020-2023-debt-servicing-crowded-out-social-protection-health-and-education-expenditures)
Mientras el presidente Milei da cátedras ideológicas sobre los dogmas austríacos y libertarios, 700 millones de personas viven debajo de la línea de pobreza, con menos de US$2.15 al día y 1,683 millones con menos de US$6.85 al día.
Prácticamente dos mil millones de personas hoy no tienen con que alimentarse, ni salud o educación, tampoco agua potable o energía. Estos factores se conocen en lenguaje ODS como “pobreza multidimensional”.
Milei propone una estrategia novedosa para afrontar los desafíos de la economía argentina. Está tomando medidas para reducir el tamaño del gobierno argentino, negociando con el Fondo Monetario Internacional sobre la inmensa deuda externa Argentina. Son medidas que lucen adecuadas bajo cualquier ideología.
Incurrió en el desacierto de procurar que el Congreso argentino le autorice a gobernar por decreto, una medida que evoca a Alberto Fujimori de Perú. Afortunadamente fue rechazado.
Estaremos atentos a las evidencias del resultado de las políticas de Milei en Argentina; aspiramos a que los pobres de su país no les llegue muy tarde.
En una próxima entrega nos acercaremos a las ideas de Milei sobre la libre competencia en los mercados y su apología a los monopolios.