(Publicado originalmente el 1 de febrero de 1987, en el suplemento “Domingo en Especial” del Listín Diario), Raúl Pérez Peña (Bacho)
Mauricio Báez, el recio líder obrero petromacorisano, trabajó primero como pesador de caña en el ingenio Colón. Cuenta Juan Niemen que Mauricio salió del ingenio a trabajar como dependiente en una bodega. En estos trabajos conoció a Marrero Aristy. Despedido del trabajo en la bodega, se trasladó a Macorís. Un primo suyo, Antonio Báez, que había corrido la misma suerte con su trabajo, fundó en Macorís un periódico llamado El Combate.
Recuerda Juan Niemen, que conoció a Mauricio por un artículo que éste publicó en el periódico La Opinión bajo el título “El Desalojo de los montes de los Basanes”. Más tarde Mauricio comenzó a trabajar en el muelle. Pronto pasó a ser dirigente sindical de los muelleros, recuerda Niemen.
La primera posición en el Sindicato ocupada por Mauricio fue la de Secretario del Presidente de dicha entidad. Dice Juan Niemen que, al poco tiempo, Mauricio trabajó en la reclamación de que se aumentara el salario por horas trabajada. Las actividades del gremio hasta entonces eran de carácter mutualista. Pero la llegada de Mauricio produjo un giro en su lucha social. Mauricio llegó a ser el secretario general de la Federación de trabajadores Dominicanos, filial de San Pedro de Macorís.
Al describir a Mauricio como un hombre fornido, moreno de nariz aguileña, Juan Niemen dice que era muy carismático, con una amplia simpatía entre los muelleros y demás trabajadores. Su temperamento era el de una persona muy alegre, afirma.
Recuerda Niemen que la popularidad de Mauricio llegó a un punto que resaltaba difícil para el gobierno cualquier acción represiva contra el destacado líder.
Un aspecto de Mauricio destacado por Niemen es que como dirigente sindical resolvía los problemas de los trabajadores acudiendo donde fuera necesario para entablar conversaciones. Recuerda que un hecho que provocó más fuerza al movimiento obrero fue la junta de Mauricio con Eugenio Kunhart, líder de los trabajadores del tabaco en La Vega,
Mauricio Báez fue el dirigente de la gran huelga nacional de 1946, planificada en el Este.
Al hablar de la gente de Mauricio Báez, Juan Niemen coloca en primer plano a Justino José del Orbe, que se trasladó desde San Francisco a San Pedro de Macorís. Destacó asimismo los nombres de Providencia Lugo, Marco Lee, “Tortolo” Montás Guerrero, Owen White, Andrés Candelario, Jesús Linares, Víctor Cotes, Chichí Bobadilla. El propio Juan Niemen era del grupo cercano a Mauricio Báez en tiempos en que éste fundó el periódico El Federado. Niemen era el segundo secretario de Prensa y Propaganda de la filial en San Pedro de la Federación de Trabajadores. Asimismo, Niemen pasaba “a máquina” los trabajos de Mauricio en sus funciones en la Federación.
Refiriéndose a la huelga, Niemen dice que la misma sacudió el gobierno de Trujillo. Recuerda que la misma tuvo el respaldo activo de varios intelectuales petromacorisanos, entre los que citó a Dato Pagár Víctor Villegas, Robert Macabe Aristy.
La represión política llevó a Mauricio Báez al exilio, radicándose en La Habana, Cuba. Pero ni allí pudo escapar de la persecución trujillista Murió asesinado sin haber cumplido los 50 años.