Con tantos problemas a los que nos enfrentamos en el diario vivir, nos olvidamos de algo sumamente importante: CUÁNTOS SOMOS Y HASTA CUÁNTO PODEMOS LLEGAR.
El censo acaba de publicar sus resultados y alcanzamos los 10,760.028 habitantes. La tasa de crecimiento bajó de 1.22% a 1.10% entre el censo anterior en el 2010 y el del 2022. Debíamos haber bajado la tasa de crecimiento a menos del 1% por lo que todavía crecemos demasiado.
Por esa razón, debe haber una política más agresiva de control de la natalidad. Mucho más agresiva. Educando y controlando los embarazos con ayuda y orientación sexual adecuada.
No es casualidad que la mayoría de los países desarrollados tengan tasas de crecimiento poblacional menor del 0.3% y algunos cerca de cero o negativas.
A los que hablan de que sus hogares no fueron censados, hay un procedimiento estadístico que es posterior al levantamiento censal, que toma una muestra de hogares, y verifica si fueron censados o no. Sobre la base de los hogares no censados se hace una estimación de la población que lo conforma.
Así se llega a un dato muy cercano a la realidad. Es posible que el error estadístico del censo esté por debajo del 0.5%. O sea, estamos muy cerca de cuanto somos (VER GRÁFICO 1).
Muchos años atrás las familias de bajos ingresos o muy pobres tenían entre 6 y 7 hijos bajo la premisa de que una parte fallecería por diferentes razones, especialmente de salud, y otra llegaría, aun fuera uno, a graduarse en alguna carrera universitaria que mejoraría los ingresos del hogar.
GRÁFICO 1
Pero hablamos de los años 50 y 60 donde la mortalidad infantil era de 40.7 por cada mil nacidos vivos. Hoy está en 15.9. La esperanza de vida era de 50 años en 1960, hoy está en 74.47 años. Y eso significa un gran cambio.
Ya no hay razón de llenarse de hijos con la esperanza de que algunos mueran en los primeros años de vida, pero otros sobrevivan para que lleguen a ser un soporte económico para la familia.
Para las familias de bajos ingresos (pobres y clase media baja) un máximo de 3 hijos es lo ideal, porque le permite darle una mejor educación (pública), cuidado de la salud (seguridad social), menor gasto en transporte y una alimentación adecuada que mejore su capacidad intelectual. También se evita la deserción escolar para lanzar a los niños a las calles buscando el sustento diario de una numerosa familia. Así jamás se sale de la pobreza.
La clase media y media alta, para no mencionar a los ricos, se anclan mayormente en dos hijos, aunque pueden mantener a muchos más. Pero para este grupo de familias más pudiente un colegio privado cuesta 10 mil dólares al año y no hablemos de algunos que pueden llegar a los 25 mil. Por eso prefieren tener pocos hijos y darle la mejor educación posible y la mejor calidad de vida.
Tenemos un territorio de apenas 48,442 kilómetros cuadrados y una densidad poblacional demasiado alta de unos 223 habitantes por kilómetros cuadrados. El crecimiento poblacional debe bajar a la mitad en los próximos 10 años para no comernos uno con otros. (VER GRÁFICO 2)
GRÁFICO 2