La situación política se caracterizaba por las ansias de cambios y por la persistencia de graves represiones, prohibiciones y amenazas . Entonces se requería de un líder con valor, temple y fuerte convicción para hablar en público a una multitud deseosa de escuchar palabras que significaran profundas transformaciones políticas y sociales .

Por su historia personal y su temperamento, Manolo encarnaba, más que cualquier líder de la época,  el discurso revolucionario de los meses posteriores de la caída del régimen de Trujillo.

La obra Discursos políticos 1961-1963, publicada por Fundación Manolo Tavárez reúne los discursos de Manolo de ese período. Son ocho piezas oratorias en las que ese líder se presentó al país y al mundo como la representación más genuina de una nueva generación de políticos que simbolizaba   la lucha antitrujillista y las esperanzas de cambios en la sociedad dominicana.

Los discursos se presentan cronológicamente. El primero, pronunciado el 30 de julio ante la Asamblea del Movimiento, recién excarcelado de las mazmorras de Trujillo,  fue  la carta de presentación pública de Manolo en el momento inaugural de la democracia dominicana. El último, pronunciado el 14 de junio de 1963, sin proponérselo fue su despedida del escenario público y legal.

Meses después, el 25 de septiembre, un golpe de Estado contra el gobierno constitucional de Juan Bosch interrumpió el proceso democrático. El 28 de noviembre, Manolo y el Movimiento Revolucionario 14 de Junio, organización que lideraba, iniciaron una acción guerrillera en las montañas en respuesta la acción golpista. Antes del mes de ese alzamiento, el 21 de diciembre, Manolo fue asesinado en Las Manaclas junto a un reducido número de guerrilleros asesinados también en las terribles circunstancias de una rendición supuestamente pactada con el triunvirato que gobernaba el país.

Esa es la historia no escrita y no contenida en esos discursos, pero sin la cual no es posible leerlos hoy, si realmente se quieren entender sus mensajes para aquella época y percibir la trascendencia abierta hacia la época actual y el porvenir .

Ahora, ¿cómo son los discursos de Manolo? Son discursos elaborados, cultos, llenos de imágenes, precisiones, datos y conceptos complejos. Como orador, Manolo era cuidadoso en el uso de las palabras.

Son discursos ideológicos más que propiamente políticos. Son espacios de exposición de ideales, orientaciones y propuestas en torno a los asuntos de la sociedad dominicana de la época.

Expresan ideas novedosas y revolucionarias en un contexto muy difícil para la recepción y comprensión por parte del pueblo. Era un país analfabeto en su mayoría y que apenas había salido de la dictadura de Trujillo.

En cada discurso de Manolo hay un nuevo aprendizaje acerca de los problemas sociohistóricos de la sociedad dominicana. Pero también se observa un autoaprendizaje. De un discurso a otro, se advierte un crecimiento constante de Manolo, en lo intelectual, lo ideológico y lo político.

Aunque didáctico, Manolo no era un orador académico. Era un tribuno de estirpe espartana. Sus discursos eran a la vez combativos y reflexivos. Estaban orientados hacia la comunicación de sus convicciones y los principios de su organización. Buscaban convencer, lograr que el auditorio asumiera los postulados fundamentales y las posiciones coyunturales del Movimiento 14 de Junio.

Como recurso de anclaje con el auditorio, en esos discursos la comunicación es inseparable de la expresión. Las palabras de Manolo ,por lo regular el tono pausado y reflexivo, se tiñen a menudo de enérgica expresividad, pero sin rispidez . Puede observarse esa combinación en los dos momentos de la conclusión del discurso pronunciado en el Parque Colón el 14 de septiembre de 1961:

“Hermanos en ideal y en la Patria:

Habéis venido a escucharnos y a compartir con nosotros este memorable instante en que el 14 de Junio levanta su voz para clamar por la verdad, por la justicia social, por la paz verdadera sin tortura ni muertes. El 14 de Junio os lo agradece de corazón y este mismo diálogo de hermanos que estamos sosteniendo, nos impulsa y nos obliga a redoblar nuestros esfuerzos para continuar decididamente en esta lucha patriótica en que estamos empeñados.

Dios, el Supremo Hacedor de Todo lo Creado, es nuestro más fiel testigo.

Dominicanos:

Seremos libres, absolutamente libres, sobre una tierra libre y soberana. Por esto mantendremos firmemente nuestra lucha, y por ello estamos y estaremos prestos a entregar nuestras vidas si fuera necesario.

No queda otra alternativa. LIBERTAD O MUERTE.”

La expresividad es un contundente recurso de acción que Manolo asume como compromiso personal y como eficaz medio de persuasión. La fuerza de su convicción apela y convoca, busca establecer la cercanía y la complicidad con sus oyentes al llamarlos hermanos de la patria, al agradecer de corazón el haber venido a escucharlo como en un diálogo entre hermanos.

Ésa es la situación de los discursos de Manolo. Sus discursos son a la vez racionales y apasionados. Son de una gran profundidad en los conceptos, pero también entusiastas y fervorosos.

Son discursos de un político que desde muy temprano en su vida había estado involucrado en la lucha antitrujillista y había sufrido las peores torturas en la cárcel. Su esposa, Minerva, había sido asesinada junto a las hermanas Patria y María Teresa el 25 de noviembre de 1960.