Si nuestro conocimiento nos sirve para conocer el problema, pero no la solución, más valdría que fuéramos ignorantes.
No podrás ni deberás eliminar por completo el estrés, la meta es un control inteligente y constante del mismo, porque una vida sin estrés no es normal ni conveniente.
Debes mejorar la conexión mental con tu propio cuerpo, tener mejor conciencia de tus funciones motoras, sensitivas y emocionales. Tu cuerpo te da señales cuando “te estás pasando”, es muy personal, algunos sienten un pesado cansancio, dolor de cabeza, músculos tensos en la nuca, mareos, palpitaciones, etc., son innumerables los pequeños signos, pero si logras reconocerlos no es preciso llegar a los “grandes signos” o enfermedades. Escanea mentalmente tu cuerpo, descubrirás que a veces alguna zona está más tensa de lo necesario, simplemente aprende a relajarla. Evaluando las sensaciones y comportamiento de tu cuerpo también puedes monitorear cuando progresas en el control del estrés.
Relajar el cuerpo y controlar la respiración, suele ser el primer paso necesario (a veces el único) para dominar una crisis de ansiedad.
A nivel mental, algunos elementos son evaluados para establecer el grado de estrés: humor, dinamismo, relaciones humanas, sueño, apetito, tendencia a accidentes, placer, concentración, etc. Analiza si crees que la vida vale la pena, si te entusiasma alguna meta, si te alegra recordar tu pasado y si realmente tienes consciencia de tu realidad aquí y ahora. Evaluando lo anterior se puede tener pautas de cuando el estrés aumenta o disminuye.
Es preciso que tomes un receso para autoanalizarte, los que creen no tener tiempo para eso son precisamente los que lo necesitan con urgencia.
Aprende a “ver” tu cuerpo con los ojos cerrados y sin espejo. Hablamos de una percepción diferente a la visión, que te dará informaciones diferentes (tenemos más capacidades que las que conocemos).
Necesitamos encauzar, concentrar o dirigir nuestros pensamientos, podemos utilizar: un mantra, una oración, una frase de poder, el nombre con que conozcamos a Dios, una oración, una imagen mental, en fin, simplemente una clave que active nuestra conciencia superior. No te atormentes por no poder evitar pensamientos negativos, más bien ocúpate de sustituirlos por pensamientos positivos. Hay técnicas que te permiten “anclarte” (PNL) a pensamientos que generan emociones positivas y superar experiencias negativas, siendo una excelente forma de inteligencia emocional aplicada. Procuramos aprender a manejar todos nuestros equipos y el principal, nuestra mente, consideramos que no es necesario conocerlo.
Es preciso identificar el miedo a realidades que no existen porque muchas veces afectan severamente nuestra relación con realidades que sí existen.
Puedes hacer un diario de: experiencias, emociones, sensaciones o planes, es importante que valores qué te conviene registrar. También puede ser muy útil escribir en un papel tus experiencias negativas y luego quemarlas.
Cuando en El Rey León, Simba siendo cachorro asume la postura del conocido “Hakuna Matata”, lo hace para resistir el sentimiento de culpa por la muerte de su padre. Parecería irresponsable, pero en algunos momentos es una actitud necesaria, a veces hay que detenerse para poder caminar.
Reprograma tus actividades sin excluir los hábitos necesarios para tu salud mental, física y social, que no necesariamente son los mismos en cada persona.
Estudios realizados han mostrado que las personas con relaciones humanas de calidad tienen mayor tendencia a ser longevas. Realmente el intercambio social puede ser curativo.
Actividades que suelen ser positivas para enfrentar el estrés: caminar, dialogar, bailar, cantar, dibujar, escribir, orar, meditar, algunas lecturas, viajar, dormir, ejercicio, deporte, servir, reír, amar, sexo, caricias, la playa, el campo, mascotas, etc., pero cualquiera de esas actividades en exceso también puede ser estresante.
Dedica poco tiempo a la gente que necesita hablar de desastres, maldad humana, fin del mundo, etc. Ellas necesitan descargar el veneno que las ahoga, pero tu resistencia a lo negativo es limitada.
Sí, debes superarte, pero para eso basta con que procures ser un poco mejor que ayer. Tú eres tu referencia.
Si piensas demasiado en el ayer, paralizarás tu vida. Pensando solamente en el hoy, tu vida no tendrá sentido. Si sólo te enfocas en el futuro, nunca disfrutarás tu vida. El equilibrio es uno de los frutos más valiosos de la sabiduría y es necesario para la paz. Son diversas las estrategias para controlar el estrés y dependerán mucho de nuestra personalidad.
Una consulta a tiempo con un buen psicólogo podría ser la mejor opción para preservar tu vida. El médico te ayuda a recuperarte del daño del estrés, el psicólogo a impedir ese daño. Organizar tu mente hoy, podría evitarte una pastilla mañana.
La meditación es una excelente herramienta, te ayuda a: relajarte, asumes tu propio control, descubres tu verdadero valor, mejoras tu rendimiento, sueltas lo innecesario, detiene un camino errado y podrías descubrir que ya eres feliz. La oración es invaluable, la mayoría de los que hablan de oración no oran, pero es fácil reconocer a los que sí lo hacen y suelen manejar mejor el estrés.
Una fe del tamaño de “un grano de mostaza” es un poderoso recurso ya que nada podría asustarte.