La ley No. 29-06 que modifica varios artículos de la Ley No. 351 del 1964, es la que autoriza la expedición de licencias para el establecimiento de juegos de azar en República Dominicana. Con la Ley 495-06, de rectificación fiscal, un 60 por ciento del total de lo que paga el sector va a pasar a Impuestos Internos, lo que a su vez disminuyó los ingresos de la Lotería en unos RD$300 millones desde el año siguiente.
Muchas voces a favor con muchos lobbies apagaron las contrarias. De manera formal, la población gasta, en billetes, quinielas y palé de lotería, lotos, casinos y bancas de apuestas, un monto estimado entre RD$18,000 y RD$20,000 millones al año. De estos, sólo en las bancas de loterías se juegan unos RD$12,000 millones anuales, pocos años después de esa ley 29-06.
Datos recientes dan cuenta de que los juegos de azar generan al fisco cerca de tres mil millones de pesos y que las bancas de loterías y deportivas crecieron entre 2020 y 2021, en un 91 por ciento.
Por cada escuela hay más de 150 bancas. Arrojan los juegos de azar más de cien millones diarios.
¿Qué ocurrió con los pronósticos de que crearía mayor desigualdad? ¿Por qué esa ley abría una nueva dirección contraria al sentido de una sociedad más justa?
A fin de cuentas los juegos de azar son una transferencia de un capital o dinero ya existente de un conjunto humano para un individuo (o grupo) que vende el sueño, mentiras, esperanzas, y atesora con el perjuicio de los demás.
De hecho usted puede beneficiarse generando algo nuevo, puede plantar alguna cosa, puede construir algo, prestar un servicio que haga que el conocimiento ayude a transformar la vida de la gente para mejor, y con esa riqueza que genera usted se queda con un pedazo. El juego de apuestas es lo contrario de eso porque permite que usted atraiga para sí a pila de gente que va a abonar su mentira.
En todo juego de azar hay un pato, un soso, y esa persona tontamente seducida es quien está apostando al comprar un número o una posición de juego. Ninguna riqueza está siendo creada, no se está produciendo alimento, ni servicio que le hace la vida mejor, en suma no es algo que contribuya o esté contribuyendo al bienestar social.
No existe sociedad en el mundo que haya mejorado con los juegos de azar. Lo que existe es un gran grupo humano viciado en juego, de entre los cuales hay personas cuyo vicio en juegos destruye a ellos y sus familias.
Se promete mejoría de un golpe, pero la esperanza se convierte en un vicio que lleva a la depresión y al suicidio.
El éxito del dueño es mayor cuanto mayor daño genera su juego. Y si es un perjuicio colectivo e institucional por ley, sus ganancias son astronómicas y perennes.
Recientemente, el gobierno tiró el decreto 63-22 que declara de interés nacional la regularización de las bancas de loterías que operan en todo el territorio nacional.
El decreto señala que se crea un Consejo Consultivo para el seguimiento del Plan de Regularización, integrado por:
1. Un representante del Ministerio de Hacienda.
2. Un representante de la Dirección General de Impuestos Internos.
3. Dos miembros del Consejo Consultivo de la Lotería Nacional.
4. Un representante de la Federación Nacional de Bancas de Lotería (Fenabanca).
5. Un representante de los Concesionarios.
6. Un representante de los Consorcios y demás grupos independientes de bancas de loterías.
7. El administrador de la Lotería Nacional.
¿Hay representantes de Salud Pública, de Cultura, de la Juventud o de la Mujer?