Observando todo lo que ha sucedido en torno a la figura de Bartolomé Pujals concluyo que el problema no es él, sino la marcha verde y trataré de explicarlo de la forma más simple posible.
Lo primero que debo aclarar es que la Marcha Verde no era un movimiento para buscar empleos, sino para reclamar justicia ante un escándalo de corrupción como Odebrecht que en República Dominicana parecía que pasaría sin ton ni son.
Cuando surgen movimientos con tanto éxito como Marcha Verde, el 4% o la Plaza de la Bandera ocurren dos cosas: primero se crean enemigos gratuitos en el poder y segundo el gobierno de turno procura nombrar personas que hayan tenido relevancia para enviar la imagen o el mensaje de que está dispuesto a hacer un gobierno apegado a los reclamos sociales.
Es así como se le presenta un dilema a las personas que han participado en esos movimientos porque saben que al pasar al Estado recibirá el cuestionamiento de la sociedad y de quienes participaron con ellos en esos movimientos.
El problema con Bartolomé Pujals no es que haya participado en marcha verde, sino su comportamiento, el verse envuelto en cosas que antes criticaba y en los que ahora se ve envuelto.
Aquí surgen dos posiciones que en el fondo coinciden: la primera es de los enemigos que se generaron en el movimiento social y la segunda es de quienes participaron juntos en el movimiento y hoy se sienten traicionados y decepcionados.
Entonces debemos tener cuidado en saber diferenciar ambas posturas porque obviamente esto genera un interés de desmeritar los movimientos sociales como vía legítima de luchar por lo colectivo, así que surgirán decenas de personas que en los medios buscarán aprovechar la situación para comenzar una campaña de descrédito contra los movimientos sociales como ha venido sucediendo desde que algunas personas de Marcha Verde decidieron aceptar algún cargo en el gobierno.
El problema de todo lo que ha sucedido con Bartolomé Pujals no es él en sí mismo, es tras la marcha verde que están algunos sectores en especial los que fueron atacados y perjudicados por Marcha Verde.
Así que aquí encontrar la línea discursiva que nos oriente en cuál es uno y cuál es otro es muy difícil porque el elemento fundante del ataque es Bartolomé Pujals, pero la intención aquí es diferente como ya dije. Por un lado, están los que se sintieron agredidos por sus actos de corrupción y por el otro los que marcharon con él y hoy se sienten decepcionados.
Qué problema este para poder diferenciarlos, pero en esto no son todos los que están ni están todos los que son.