Se reitera el llamado a los dignos y conscientes ciudadanos dominicanos, a los creyentes cristianos y personas de nobles y virtuosos sentimientos, a orar, a tener espacios de reflexiones y actuar para detener la campaña de odio e intolerancia contra los migrantes en condiciones de irregularidad en el país.

Se convoca de nuevo a pensar, rogar y tomar disposiciones éticas-morales positivas, como se hizo del 3 al 7 de octubre del 2016, cuando se llevó a cabo la conferencia ecuménica “Desatinos Socio-Pastorales” para las Iglesias en las instalaciones del Centro Manresa Loyola Altagracia, en esta ciudad con la participación de unos 30 lideres de organizaciones cristianas provenientes de los Estados Unidos, Panamá. Centro América, el Caribe y la República Dominicana como anfitrión.

De nuevo se hace un llamado con el objeto de articular la Fe y la Teología, dar demostración del compromiso de tomar acciones pastorales socioculturales para ofrecer aliento espiritual, orientación y cuidado pastoral a los migrantes, y al mismo tiempo a los familiares dejados atrás, ya que muchas veces éstos son abandonados, desalentados, sin apoyo emocional, o carentes de recursos a tiempo para el adecuado sostenimiento.

La Iglesias cristianas y las personas de buena voluntad, están en el deber de ofrecer atención a los que sufren por condiciones de ilegalidad, pobreza, color de la piel, o por ser distintos culturalmente. Hay que tomar en cuenta y por el instinto de la conciencia recordar las palabras de las Santa Biblia: “No Oprima al Migrante” (Éxodo 23:9).  “Ama al migrante como a ti mismo”. Levítico 19:33-34). “La norma jurídica de cualquier país, no debe discriminar ni hacer diferencia entre migrantes y nacionales”. (Número 15:14-16). “Con la guía del Espíritu de la Verdad”. (Juan 16:13). Jesús el Cristo, es la Verdad.

Los cristianos dominicanos tenemos un “desafío socio pastoral”. vamos pues, a orar, tomar tiempo para la reflexión para buscar salida y restablecer justicia, concordia, unidad en la diversidad, seguridad social, convivencia a todos los niveles, y paz permanente en la isla Hispaniola.