El expresidente de la República y líder de Fuerza del Pueblo, Leonel Fernández, expresó, de forma dramática, su preocupación por el grave daño que, según él, le ha provocado la sustitución del alcalde de La Vega a la institucionalidad democrática y al Estado de Derecho.

Para el tres veces presidente de la República, la designación del sustituto del alcalde de La Vega tiene un carácter nacional, un argumento que choca con la realidad de que el cargo de alcalde es local, tal y como lo establece el artículon199 de la Constitución Política, que considera al Distrito Nacional, los municipios y los distritos municipales como la base del sistema político local.

Se trata de un caso que él considera debe resolverse mediante la convocatoria de elecciones extraordinarias por parte de la Junta Central Electoral, órgano que no tiene esa atribución, que, además, no está contemplada ni en la Constitución ni en las leyes.

A lo que el expresidente Fernández no se refiere es a que las elecciones municipales fueron celebradas el 18 de febrero del 2024 y que la alcaldía de La Vega fue ganada por el Partido Revolucionario Moderno con un 77.57% de los votos válidos, frente a un 11.48% de Fuerza del Pueblo y un 9.64% del Partido de la Liberación Dominicana, por lo que de Kelvin Cruz no haber sido sustituido por la vicealcaldesa, en todo caso, lo hubiera sido por un miembro del Partido Revolucionario Moderno.
No cabe duda de que lo que motiva las actuaciones conjuntas del PLD y FP contra cualquier mecanismo de sustitución del alcalde de La Vega es su carencia de tema para hacer oposición y la esperanza de debilitar al PRM, en La Vega, de caras a las elecciones del 2028.

Como se puede apreciar, no se trata de una preocupación sincera del líder de Fuerza del Pueblo por la institucionalidad democrática, que se deterioró gravemente durante los gobiernos del PLD, que encabezaron él y Danilo Medina.

Fueron gobiernos de partido hegemónico, sin contrapeso, en los cuales los tres poderes clásicos del Estado y los extrapoderes estuvieron sometidos a los designios del Poder Ejecutivo.

Una muestra de lo anterior fue la composición partidaria de la Suprema Corte de Justicia y los órganos extrapoderes, lo mismo que la corrupción administrativa y la impunidad. En ese sentido, en la actualidad el Poder Judicial está integrado por jueces que nada tienen que ver con el presidente Luis Abinader y el oficialista Partido Revolucionario Moderno.

De igual manera, el Ministerio Público está conformado por procuradores generales, procuradores de cortes de apelación y procuradores fiscales, que no tienen ninguna relación con el PRM, y si algunos tienen vínculos partidarios es con los dos principales partidos opositores.

También, deja mal parado al antiguo líder del PLD, Leonel Fernández, su reforma constitucional del 2010, que le permitió rehabilitarse como candidato presidencial, mientras que el presidente, Luis Abinader, por el contrario, respetó los límites constitucionales de la reelección y reformó la Carta Sustantiva para que en el futuro los presidentes, incluido él, no puedan reformar la Constitución Política para continuar en el poder más allá de dos mandatos.