La República Dominicana conmemora el Día Nacional de Prevención de Desastres y Atención a las Emergencias cada 22 de septiembre, fecha establecida por el decreto 1080 del 24 de septiembre de 2003. La elección de este día no fue casual; coincide con dos eventos climáticos devastadores, el Huracán George en 1998 y el terremoto de Puerto Plata en 2003, entre otros choques que han marcado la historia reciente del país.
Los choques climáticos, como las inundaciones, las sequías y las olas de calor, son cada vez más frecuentes y graves debido a la crisis climática, lo que plantea riesgos sin precedentes para las comunidades en mayor situación de vulnerabilidad.
Estos fenómenos no sólo alteran los ecosistemas, sino que también amenazan la seguridad alimentaria, los medios de subsistencia y la salud, especialmente en regiones con una capacidad de recuperación limitada.
La frecuencia y la intensidad de estos choques los hacen especialmente devastadores, lo que subraya la necesidad de establecer sistemas de alerta temprana. Al proporcionar información oportuna y precisa, los sistemas de alerta temprana permiten a las comunidades y a los gobiernos prepararse y responder eficazmente, mitigando la posible pérdida de vidas, propiedades y estabilidad económica.
Los sistemas de alerta temprana son fundamentales para anticipar, monitorear y responder a los desastres y a las crisis alimentarias, contribuyendo así a la seguridad alimentaria y al bienestar de la población vulnerable. Para acompañar a las comunidades y al Gobierno de la República Dominicana a prepararse, responder y recuperarse mejor de las perturbaciones climáticas, el Programa Mundial de Alimentos desarrolla un enfoque integrado que promueve la resiliencia de las comunidades, a través de una mejor localización de las alertas tempranas, la predicción meteorológica, la preparación y la gestión de riesgos de desastres.
Los sistemas de alerta temprana pueden ayudar a prevenir desastres, posibles crisis alimentarias al anticipar emergencias, apoyando a las instituciones del sistema nacional de preparación, mitigación y respuesta ante desastres a mejorar los canales de comunicación de las alertas desde el nivel central y municipal al nivel comunitario e individual.
Estamos implementando estrategias mediante dos vías distintas: colaborando con el gobierno y fortaleciendo las comunidades a nivel local. Desde el establecimiento de un sistema de alerta temprana local, tomando en cuenta a comunidades en mayor situación de vulnerabilidad y datos desde el territorio, hasta la colaboración con el gobierno para desarrollar políticas y planes que fortalezcan la resiliencia ante desastres y promuevan la seguridad alimentaria.
Es por esto, que, junto al Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, a través de la Dirección de Gestión del Riesgo de Desastres y Cambio Climático, trabajamos en la elaboración de la política nacional de Sistemas de Alerta Temprana (SAT), que facilitará la coordinación entre las instituciones involucradas en el monitoreo y preparación ante los riesgos de desastres. Con el apoyo financiero de la Dirección General de Protección Civil y Operaciones de Ayuda Humanitaria Europeas (ECHO)
Estamos firmemente comprometidos con la implementación de la Estrategia “Alerta Temprana para Todas las Personas” o Early Warning for All (EW4ALL). A través de nuestra experiencia en seguridad alimentaria, evaluación de riesgos y respuesta a emergencias, somos un aliado en la construcción de resiliencia y la reducción de la vulnerabilidad frente a emergencias en el país. Este compromiso no solo asegura que las comunidades más vulnerables salven sus vidas, sino que prosperen a pesar de los desafíos que plantean los riesgos climáticos y otras amenazas.