Es domingo en la tarde y le pido a mi esposo ir de paseo por la Zona Colonial de Santo Domingo, y es que de todos los lugares que tiene RD ese es el único que me teletransporta a mi tierra cubana. Pasear por el Conde es como pasear por el boulevard de Holguín. La Zona Colonial es un lugar de profundo valor histórico, cultural y arquitectónico que se remonta a los inicios de la colonización europea en América. Reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1990, esta área no solo es un testimonio de la historia colonial, sino también un vibrante espacio turístico y cultural.
La arquitectura de la Zona Colonial destaca por su mezcla de estilos gótico, renacentista, barroco y neoclásico, reflejo de la evolución histórica y cultural de la isla. Las calles empedradas y los edificios bien preservados llevan al visitante de regreso a los siglos XVI y XVII, evocando la época en que la ciudad era el centro administrativo y militar de los territorios españoles en América. Uno de los mayores atractivos es la "Calle de las Damas", la calle pavimentada más antigua de las Américas, que debe su nombre a las damas de la corte de la virreina María de Toledo, esposa de Diego Colón. Al recorrerla, se pueden observar hermosas edificaciones coloniales, así como el Museo de las Casas Reales, que ofrece una visión detallada de la historia de la época colonial. En las últimas décadas, la Zona Colonial ha experimentado un importante proceso de restauración y revitalización, convirtiéndose en un destino turístico por excelencia en la República Dominicana. Su restauración ha sido apoyada por instituciones nacionales e internacionales, y el gobierno ha promovido programas para mejorar la infraestructura y la seguridad, así como para fomentar el desarrollo de negocios locales en la zona. El turismo en la Zona Colonial es vital para la economía local, ya que atrae a cientos de miles de visitantes cada año.
En el recorrido nos llevamos la grata sorpresa de encontrarnos con el Havana Lounge La Cuna del Son, un bar cubano que regala a quienes lo visitan el mejor reencuentro con la cultura cubana. Es imposible no reconocer el lugar pues en la entrada aparecen fotografías de Celia Cruz, y Compay Segundo. Pero, donde de verdad me sentí en casa fue cuando entré y vi la hermosa pintura a todo lo grande de una pared a Nuestra Madre y Patrona La Virgen de la Caridad del Cobre. Los dueños son cubanos y siempre es una alegría inmensa para el cubano reencontrarse entre los suyos y compartir de que parte de la isla venimos. La Zona Colonial esconde grandes tesoros, que cada visita sea una aventura para descubrir su historia y dejarte envolver en su magia.