I: Punto de partida
A partir de Gregor Mendel, un monje checo (1822-1884), y quien fuera declarado padre de la genética científica al comprobar cómo se genera la herencia biológica de padres a hijos y sus mutaciones generacionales en el que se manifiestan los rasgos en el tiempo a través de las mezclas de genes entre sí. Esa llamada genética Mendeliana que tiene su génesis en la comprobación, la cual descansa en la referencia que este observador-Mendel-, al fijarse y darse cuenta que le resultaba fácil y simple, determinar cómo mutaban las especies. Y para tal misión, por ejemplo, para comprobar su resultado, tomó por experimento lo que lo que él llamó guisante, y nosotros por deducción lógica y su descripción de colores, le estamos llamando ají de color verde.
Al seguir la observación, se dio cuenta que esa especie disponía características muy propias de qué sus flores eran o blancas o púrpuras-color que se deriva de la mezcla del rojo y el azul que resulta en un especie de morado en sus distintos grados-, y comprobó que nunca daba mezclas de flores de ambos colores. – o sea, blancas y purpuras- Y precisó que sus vainas eran, o amarillas o verdes. Observando en su objeto de estudio que, los tallos eran o largos o cortos, pero que las semillas eran redondeadas o arrugadas. El checo entonces, para darle certeza a su experimento observó que los rasgos al mantenerse sin cambios mutantes, parecían, nunca mezclarse entre sí.
Ipso facto, surgió la hipótesis. Lo que generó que había que determinar la cantidad de rasgos en la naturaleza distintiva del guisante. Entonces asume en primer orden mezclar los verdes con otros amarillos y comprobó que sus frutos siempre fueron verdes. Y al proceder a mezclar esa primera generación entre sí, un cuarto salió amarillo. Y así sucesivamente, cuando mezcló los de tallos largos con los cortos, la primera generación salió de tallos largos, pero un cuarto de los descendientes salió con tallo corto. En efecto ya tiene un comportamiento genético y sus mutaciones. Entonces, a esos genes, los bautizó con el nombre a alelos, que no son más que los genes de carácter dominante y recesivo. De esta forma comprobó que cada planta recibía por cada gen o rasgo, una unidad de herencia, que es lo mismo que llamarle alelo-repito.
II: Breve simbiosis de biología social y genética.
Humberto Gutiérrez, refiriendo lo planteado por Humberto Maturana, llamó Biología Social a una “Mirada Sistémica Comprensiva Biológica del Vivir y Convivir Humano”. Y tiene como línea de explicación comprendiendo las dimensiones del vivir y del convivir, que en la historia del pensar filosófico y científico se ha tratado por separado. (Tomado de jornada de https.//revistan, bajo el título de Biología Social: Una Mirada Sistémica Comprensiva Biológica, Rev. Mad. No. 23, Septiembre, 2010, p.1), en este sentido cabe establecer que esta ciencia abarca comprender mejor las ciencias humanas y sociales y sus fenómenos esenciales: economía, psicología, sociología, grupos, moralidad, cultura, derecho, arte, lenguaje, intencionalidad, conciencia, religión. Todo lo cual deriva la existencia de la sociobiología que se ocupa de investigar las bases biológicas de la conducta social, desde una perspectiva teórica fundamentada en la premisa de que ciertos comportamientos sociales tienen una base genética y que los procesos evolutivos favorecen aquellas conductas que mejoran el éxito reproductivo y la supervivencia. (Ibídem)
2.1 Vínculo entre genética y política en dominicana
En conexión a lo que hemos planteado hasta aquí, ya concatenando una cosa y la otra, o sea, lo sucedido con la genética biológica, asumiendo lo que se designa como biología social, diríamos que los genes políticos de nuestro país, para los fines del presente parangón, lo hemos de enmarcar en las siguientes característica genética.
- a) la herencia primaria que nos dejó como sociedad la conquista del 12 de octubre de 1492, cuya herencia a España, a su vez, le había sido inculcada por los árabes que la asumieron por más de 700 años. Por tanto, heredamos sus alelos dominicantes en fin, un gran amasijo genético que la mezcla de esas especies, si lo analizamos desde el punto de vista Mendeliano, de estos recibimos; sociobiologíca, cultural y políticamente, por mencionar elevados patrones de conductas, y sin tapujos, tenemos un grandísimo porcentaje de los genes de la raza conquistadora, o sea, al mezclarse estos con la nativa-la quisqueyana-, las primeras generaciones resultaron; con grandes genes sociopolítico de aventureros, saqueadores, caudillistas, grandes dosis de patólogos políticos de carácter tremendistas, entre otros, y sobretodo, con inclinación a las tramas y las confrontaciones intersocietaria. Y como establece Mendel, al transcurrir el tiempo, todos estos se fueron mezclando de generación en generación ya con unos pocos de alelos sociales de; Españoles con Franceses, estos con los criollos, o con corsarios, filibusteros, entreguistas, contrabandistas, otros, etc, hasta hacer una gran línea genética totalmente cruzada de las cuales se fueron dando mutaciones en la que se reflejó poco a poco nuevos caracteres genéticos; conservadores en primer grado, dictadores en segunda generación, conquistadores en tercer nivel y, sobretodo, ya con el tiempo mutó un poco, con la mezcla de conservadores y caudillistas, se avizoró una corriente ¨revolucionaria¨, pero genéticamente con alelos de los demás cruces, que a la prostre nunca llegaron a conservarse puro, sino, especie de combinación de identidad y características parecidas a sus primeros progenitores.
Entonces, el reflejo causa y efecto, de mutaciones sociales y políticas-o sea los causales de cómo fueron cambiando de generación en generación se puede recoger en muestras genéticas sociobiologíca siguientes-son más-, entre otras:
III. Otros rasgos genéticos:
- a) De algún modo nos ha tocado el rasgo impío y desalmado de Cristóbal Colon y los Reyes Católicos, b) el carácter criminal de Nicolás de Ovando, el verdugo final del exterminio de los escasos indígenas, b) el alelamiento de la llamada España Boba, c) ha de habernos tocado, rasgos de los corsarios y los filibusteros, d) El desastre de las encomiendas, e) Los cuatreros, g) los tabaqueros, los contrabandistas de la parte sur, h) la invasión de Boyer en 1822, h) la traición a los trinitarios y su exterminio de la fas del pensamiento político puro, i) los anexionistas y ahí mismo los restauradores, j) la llamada luchas cimarronas de los caudillos y ahí también, las montoneras, que dieron al traste con la llegada al poder de Horario Vásquez, que generó la trampa política mas bellaca al elegirse con las constitucion del 1912, y forzó que se le había elegido con la del 1906 para quedarse más tiempo, pero antes, k) la sublevación de Enriquillo y la rebelión de Lemba, pero antes, la de Roldan, l) y más moderno se marcaron episodios tales como; las muertes de caudillos, la toma del palacio de Desiderio Arias para forzar al presidente Juan Isidro Jiménez a darle prebendas, etc, lo que detonó la intervención norteamericana, quienes nos legan sus genes de ¨conquistados económicos e ideológicos¨, m) entonces, la mezcla de todo lo citado-recordemos-, que el padre de la genética biológica, Mendel, establece que los rasgos genuinos al mezclarse te dan mismos genes y características y, que un cuarto te aparece con rango de la primera mezcla. Pero, que la mezcla de una próxima generación, te produce mismos genes y también un cuarto sale con características de alelos recesivos o sea, no dominantes, por lo que no se manifiesta en el tiempo mutaciones diferentes, sino mayormente, de verde y amarillo, o tallo largo o tallo corto. Es decir poco variables.
Por lo tanto, adecuando este estudio a la biología sociopolítica, a nuestro juicio de 1492 hasta nuestros días, la genética política dominicana ha manifestado pocas mutaciones. Y por tanto, todas las caracterizaciones de los conquistadores y los demás episodios, no han sufrido transformación hacia una generación de buenas prácticas políticas y el ejercicio de democracia abierta, realmente republicana, sino, se refleja una forma estática y no cambiante. Por lo tanto, nosotros concluimos que hemos sido, somos y seremos una sociedad política cargada de genes de nuestro pasado histórico y que aún no se manifiesta con el cambio genético generacional de qué seremos un país auténticamente capaz de cambiar nuestro rumbo político, ya que somos la conformación de una masa social cargada de los genes primarios-antepasados-, los cuales, hasta que no haya una resocialización, que inyectemos genes benévolos y de una reorientación a dejar atrás todas esas mezclas de nuestro pasado y que hagamos injertos de conducta, incluso, moralista, patriótica, conciencia, ética y actitud de gobernar para los mejores intereses, que aporten una transición de pensamiento social y democrático, jamás, repitiéndose la misma generación de antaño en un tiempo más moderno, pero genéticamente con todo ese ADN o grandes unidades y características propias de un reciclaje que lo que ha hecho es, solo cambiar la apariencia, pero con las mismas características de nuestros patriarcas del ayer es decir, atrapado en un bumerang genético que nos envuelve en las mismas desgracia de nuestros progenitores.
III: La profilaxis y lineamientos.
Los genomas de la política dominicana, son tan identitarios con los comportamientos del pasado, que al ser tan dominicantes,-y esto lo prueba-, que se ha hecho todo un nuevo andamiaje legislativo y todos los partidos, quizás guardando las apariencias en sus acciones, muestran genes entremezclados con, un poco ¨civilizados¨ en la llamada conceptualización, derechos fundamentales y otros epítetos de autodefensas, como quiera, en el fondo evidencian una gran práctica política, con grandes rasgos de personalismo, megalomanías, caudillismo, truchimaneria, tramas y, sobre todo, manipulacionismo, clientelismo, que es lo mismo que decir, aunque guardando la distancia resultan de nuestra genéticas política dominicana y sus rasgos pocos mutantes.
Lo que significa, que siendo un mal genético de la política, jamás esperemos que cambien estos patrones, porque son intrínsecos y endémicos de estos lares. Y todavía estamos a tiempo, pero con el mismo tiempo de reorientar esa genética del mal por la del bien, ya que actualmente, tenemos las herramientas legislativas para olvidar todas las prácticas del pasado, y zafarnos de esos genes que aunque seamos un pueblo noble y bueno, esa vieja genética política nos tiene en especie de desesperanza. Y quizás no sea porque el dominicano es pesimista, más bien seria por el mismo espacio de tiempo transcurrido de 1492 hasta 1844-independencia nacional-, que suman 648 años, y desde el trabucazo para acá, van 179 años con la genética primaria sin muchas evidencias de cambios, o sea, con la presencia de genes de características Non Sancta, por lo tanto, en este trayecto ha sido más que suficiente que nuestra genética haya mutado liberar los viejos genes de los conquistadores y los demás acólitos que han expresado comportamientos dictatoriales. Si seguimos igual, nada cambiará, seremos una nación condenada a vivir toda una vida en una falsa etiqueta de democracia. Si ya van 827 años desde Colón para acá, y no nos hemos zafado de esa herencia. Por tanto, así, no esperemos patria libre y pueblo reivindicado.