Mateo Morrison

En la República Dominicana, al aproximarse la fecha de la inauguración de la Feria Internacional del Libro y la Lectura, la que se efectuará en la próxima semana, crecen las expectativas sobre ese magno evento tan esperado por todo el país, el cual estará dedicado al poeta Mateo Morrison, Premio Nacional de Literatura 2010.

Si es cierto que el país espera, con entusiasmo, que la próxima feria pueda superar la anterior, la cual fue extraordinariamente creativa y bien gerenciada, no es menos cierto que el hecho de que ésta sea dedicada al escritor Mateo Morrison, hace que el pueblo dominicano, que lo ama profundamente, centre su atención en la indicada actividad cultural de dimensión internacional.

Dedicarle la próxima feria del libro a Mateo Morrison, visto desde cualquier ángulo que se mire, es un acto de justicia frente a un hombre que ha dedicado toda su vida no sólo a la cultura, y muy especialmente a la poesía, sino que él, además, ha sido un luchador por la libertad, la democracia y la justicia social, poniendo muchas veces, en circunstancias políticas muy difíciles, en juego su propia vida.

Mateo Morrison es el máximo exponente de la gestión cultural en la República Dominicana y a este digno quehacer le ha dedicado toda su vida durante muchas décadas. Y esta es la principal razón por la cual al pueblo dominicano se le hace tan fácil hablar de este extraordinario hombre de la cultura y del humanismo.

Somos muchos los dominicanos que tenemos deudas de gratitud con Mateo Morrison. Pudiéramos decir que él ha estado siempre presente en los grandes eventos nacionales e internacionales de este oficio tan singular de la vida, de los países y de sus pueblos. Sin embargo, este batallador de la cultura ha recorrido el país acompañando a centenares de jóvenes escritores por campos y ciudades.

Nadie ha hecho más por la literatura y la gestión cultural que el poeta Mateo Morrison. Es por esta poderosa razón, innegable, por demás, que creemos que el hecho de dedicarle la Feria Internacional del Libro y la Lectura, es el mejor homenaje que podemos hacerle en esta ocasión. Aunque él seguirá la batalla por la gestión cultural.