Los niños y jóvenes dominicanos comparten como la mayoría de sus iguales en otros países, con dos educadores por excelencia, los padres y los maestros. De ellos depende la internalización de las normas de convivencia en estas importantes etapas del desarrollo. Tremenda responsabilidad para las parejas que conscientemente se plantean la formación de un hogar, ya que precisamente en el hogar, es donde a través de las familias comienza a construirse su auto concepto y autoestima.
Tanto en la niñez, como en la etapa de transición hacia la adultez temprana, que es la adolescencia, son oportunidades para que los jóvenes encuentren respuestas ante interrogantes como: ¿Quién soy? ¿Para qué estoy en la vida? ¿Hacia dónde voy? ¿Cómo vivir mi sexualidad? ¿Qué metas proponerme? ¿Qué ejemplo seguir? ¿Cómo construir mi felicidad? ¿Qué es lo más importante?
Es en esta búsqueda de orientación de todo joven, es en donde los planteamientos de destacados pensadores como de Zigmunt Bauman, toman una relevancia sorprendente. Zigmunt Bauman decía: ¨La única certeza es la incertidumbre, en la sociedad de hoy¨ ejemplificando como hace unos 50 o 60 años atrás, un joven podía ir a una compañía como la General Motors o la Volkswaguen, entrar como aprendiz y jubilarse allí como gerente de venta o encargado del taller.
A partir de esa seguridad, formabas una familia, te comprabas una casita y te hacías un seguro de vida y de salud. Eso no lo puede asegurar el joven de hoy, ya que las estadísticas mundiales de la Organización Internacional del Trabajo, señalan que la mayoría de quien termine la universidad a los 24 años cambiará 8 veces de empleo antes de llegar a los 35 años de edad.
Este es el mundo al cual tendrá que adaptarse el joven de hoy, una sociedad en donde al no haber certezas de un buen resultado, en la elaboración y ejecución de un proyecto de vida, aun este sea bien planificado y ejecutado, el joven de hoy tendrá que adaptarse a que se depende de la conveniencia del sistema económico o políticas fuera de su alcance, un verdadero desafío para no caer en la frustración.
Por eso decimos que el maestro escolar o profesor de cualquier disciplina deportiva o artística, maneja una autoridad fuera del hogar que es trascendental, porque dicha autoridad puede incidir en aquellos hogares, en donde no hay una integración para vivir las reglas. El maestro tiene una oportunidad única para enseñar a los jóvenes a su cargo ¨Las reglas del juego¨ de la convivencia social basado en el reconocimiento responsable y justo.
La edad escolar es una oportunidad para que los adultos y maestros, quienes manejan una figura de autoridad ante niños y adolescentes, le permitan la experiencia de vivir a través de la Escuela u otros y otros espacios afines, de seguridad y certezas que le sirva de referencia a su futuro, matizado por el cumplimiento a las reglas y en donde se resalten los valores como la solidaridad, la empatía y el respeto entre otros valores fundamentales.