En nuestro país, en los últimos años se han aprobado muchas leyes importantes que tienen que ver con lo siguiente: crecimiento y desarrollo económico, humano y social; salud, educación, agua potable, electricidad, un sistema funcional de justicia, empleos, viviendas, seguridad ciudadana, igualdad de género, inversiones extranjeras, fortalecimiento institucional, transparencia y persecución a la corrupción administrativa; protección y conservación del medio ambiente, asuntos migratorios, entre otras. Desgraciadamente la mayoría no se aplica, a lo sumo, solo parcialmente.
Tal es el caso de la Ley Orgánica número 1-12, del 25 de enero del año 2012, que crea la Estrategia Nacional de Desarrollo (END) 2030, que a pesar de tener más de diez años de promulgada, de ser una ley vital para el desarrollo económico, institucional y social del país, es muy poco lo que se ha logrado en este periodo. Este atraso en su aplicación, se debe a que no existe voluntad política ni continuidad de Estado, de parte de los gobiernos de tuno, pues cada gobierno que llega al poder tiene su propia agenda y no reconoce ni da continuidad a los proyectos y realizaciones que el anterior deja en desarrollo, lo que va en detrimento del propio Estado dominicano, ya que con esta actitud, se incurre en grandes pérdidas de recursos económicos.
“La Estrategia Nacional de Desarrollo 2030 es el resultado de un proceso de concertación de múltiples actores para definir el país que desean tener los dominicanos y las dominicanas para el año 2030. Aspira a la construcción de un país próspero, de una democracia participativa y de justicia social. Establece cuatro ejes estratégicos, con sus correspondientes objetivos y líneas de acción, los cuales definen el modelo de desarrollo al que aspira la República Dominicana y en torno a los cuales deberán articularse las políticas públicas”. Estos ejes son los siguientes: Administración pública eficiente, transparente y orientada a resultados; el imperio de la ley y seguridad ciudadana; democracia participativa y ciudadanía responsable; seguridad y convivencia pacífica.
Algunos de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) más importantes, que fueron adoptados por las Naciones Unidas en el año 2015, como un llamado universal para poner fin a la pobreza, el hambre, proteger el planeta y garantizar que para el año 2030 todas las personas disfruten de paz y prosperidad, están contemplados en esta bien concebida ley de desarrollo.
La misma postula lograr una sociedad donde exista la igualdad de derechos y oportunidades para todos, demanda el logro de siete objetivos generales: 1. Educación de calidad para todos. 2. Salud y seguridad social integral 3. Igualdad de derechos y oportunidades 4. Cohesión territorial 5. Vivienda digna en entornos saludables 6. Cultura e identidad nacional en un mundo global 7. Deporte y recreación física para el desarrollo humano.
Es muy lamentable que no se le esté dando cumplimento a esta ley, en un momento tan especial y estelar, como el que está viviendo la República Dominicana y el mundo. Le corresponde al actual ministro de Economía, Planificación y Desarrollo poner todo su empeño y dedicación para que la misma sea aplicada en toda su dimensión.