En la actualidad, los estados dependen cada vez más de las herramientas diplomáticas establecidas en la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961. Este marco esencial para la diplomacia internacional establece normativas que guían tanto las relaciones bilaterales como las multilaterales. Estos instrumentos surgen de la necesidad de expandir mercados a través del comercio, intensificar el intercambio cultural, aumentar las exportaciones y fomentar las inversiones extranjeras, entre otros aspectos.
Recientemente, los conflictos han destacado la importancia de la diplomacia moderna, como lo demuestra el enfrentamiento entre Rusia y Ucrania. En este contexto, el presidente Luis Abinader Corona, en su intervención del 16 de junio de 2024, subrayó la importancia de los métodos pacíficos en las relaciones internacionales para que el peligroso conflicto en el este reencuentre el camino hacia la paz, restaurando las relaciones de convivencia pacífica y productiva entre las dos naciones. Por su parte, el canciller dominicano Roberto Álvarez instó a ambos países a encontrar una solución pacífica adecuada, enfatizando que todas las naciones, grandes o pequeñas, sufren las consecuencias de conflictos devastadores.
En otro ámbito, la diplomacia moderna ha experimentado avances significativos con la incorporación de la tecnología, lo que actualmente se conoce como diplomacia digital. Esta innovación permite que los estados se comuniquen y realicen intercambios sin la necesidad de trasladarse físicamente, ofreciendo un método más económico, seguro y conveniente para mantener y fortalecer las relaciones internacionales, incluso en situaciones adversas.
Finalmente, cabe destacar los progresos diplomáticos alcanzados entre nuestra nación y la República de Haití, donde la diplomacia ha brillado especialmente en los intercambios bilaterales. Las Comisiones Mixtas Bilaterales han sido fundamentales para encontrar soluciones viables y pacíficas a diversas cuestiones. Este esfuerzo conjunto fortalece continuamente los lazos de amistad y las relaciones comerciales, manteniendo un enfoque constante en la búsqueda de la paz, piedra angular de la diplomacia. Sin duda, la compleja situación política y económica de Haití demanda un esfuerzo diplomático de calidad, ágil, oportuno y eficaz, especialmente porque su vecindad está delimitada por nuestra única frontera terrestre.
La diplomacia moderna, como se refleja en los casos mencionados, no solo es útil para gestionar las relaciones entre naciones en tiempos de conflicto, sino que también desempeña un papel crucial en la promoción de intercambios culturales y económicos, y en la adopción de tecnologías que facilitan la comunicación global. A medida que el mundo enfrenta desafíos sin precedentes, desde conflictos geopolíticos hasta pandemias, la diplomacia continúa siendo una herramienta indispensable para construir puentes, resolver diferencias y fomentar un entendimiento global que es fundamental para la paz y la prosperidad colectivas.