En medio de cualquier turbulencia social, ciertamente las soluciones no son siempre basadas en la manera en que el gobierno comunica las decisiones o los grupos de interés expresan sus propuestas o exigencias. Sin embargo, una buena estrategia de comunicación en la gestión de políticas publicas es esencial para prevenir, solventar, coordinar y reducir conflictos innecesarios durante el proceso de adopción de una solución a un problema público.
Antes de continuar profundizando en la importancia y el contenido de una buena estrategia de comunicación en la gestión de soluciones de problemas públicos, es necesario detenerse en el concepto de políticas públicas. Las políticas públicas constituyen una propuesta de solución mediante la cual una sociedad y su gobierno responden a asuntos de interés colectivo. Se hace referencia a que son una propuesta porque si bien pueden ser expresadas con un carácter definitivo en el corto plazo, en un plazo más amplio según las reglas democráticas, y de conformidad con el ciclo de las políticas públicas – como veremos más adelante, existe la posibilidad de revisar las soluciones tomadas, evaluarlas, mejorarlas y modificarlas. Asimismo, se refiere al gobierno y a la sociedad porque en las democracias, las mejores políticas públicas deben ser construidas de manera colectiva, reduciendo la adopción de decisiones unilaterales tomadas de espaldas a los grupos de interés. Usualmente se expresan a través de instrumentos jurídicos, pero debemos estar claros que las soluciones a los asuntos públicos no se limitan a un texto legal.
Alrededor de las políticas públicas se ha ido desarrollando un campo de estudio científico en universidades y centros de pensamiento a nivel global generando mucho contenido basado en las experiencias previas en la que diversos sectores profesionales han realizado aportes significativos. Economistas, juristas, ambientalistas, ingenieros, arquitectos, sociólogos, politólogos, biólogos, y un amplio catalogo de profesionales contribuyen día a día en los procesos de adopción de una política pública.
Como ámbito de estudio, existe cierto consenso en ver las políticas públicas como un ciclo y no como un proceso lineal. Es decir, si bien en el corto plazo una respuesta oficial ante un problema colectivo puede verse como definitiva, siempre debe existir el margen para revisarla, mejorarla y ajustarla a las necesidades en un entorno cambiante y dinámico como lo son los Estados.
En general, el proceso de diseño e implementación de una política pública debería partir con la identificación, el análisis y la definición del problema. Aunque no siempre aplicado, esto es esencial para asegurar que todos los actores involucrados logren al máximo nivel posible un acuerdo en definir claramente cuál es el problema para resolver, por ejemplo, la distribución de electricidad, la búsqueda de fuentes sostenibles de generación eléctrica, mejorar la educación inicial de la población, entre otros. Hacer uso de la investigación y los datos es de ayuda porque lo que inicialmente puede darse por sentado puede ampliarse y llegar a identificar causas que a simple vista no son notorias. Por ello, los procesos de adopción de políticas públicas si bien deben ser agiles y eficientes no pueden ser abruptos o improvisados, para maximizar su potencial, sostenibilidad en el tiempo y eficacia en la solución ofrecida al problema.
Durante la etapa de análisis es muy relevante la investigación y la recolección de datos que permitan tener una visión objetiva, limitando los sesgos cognitivos y mejorando la posibilidad de que la decisión final sea adoptada con base en las evidencias y no en formulas exclusivamente ideológicas que puedan afectar la cohesión social. La Ley no. 167-21 de mejora regulatoria y simplificación de trámites de Republica Dominicana, contempla esto al indicar la necesidad de analizar no solo el impacto de nuevas regulaciones antes de estas ser emitidas sino también su calidad por medio de herramientas específicas.
Adicionalmente, el proceso contempla etapas de consultas con los grupos de interés impactados por el problema, y la adopción de una decisión, la cual legítimamente corresponde a las autoridades oficiales. Sin embargo, la visión cíclica de las políticas públicas exige también que la decisión adoptada sea monitoreada y evaluada con periodicidad con miras a mejorarla continuamente y así prevenir consecuencias negativas no previstas en principio.
En una próxima entrega veremos a profundidad como la comunicación permea todas estas etapas y cuales características debe poseer una estrategia exitosa de comunicación en materia de políticas públicas.