La cleptomanía es un trastorno mental grave que provoca un impulso irresistible de robar artículos que la persona no necesita y que suelen tener poco valor. Cuando el caso del cleptómano es crónico, puede durar años o no curarse nunca (DMS-V). La(s) causa(s) de la cleptomanía sigue(n) siendo desconocida(s) para la psicología, la neuropsicología y la psiquiatría y, se cree que, influyen antecedentes familiares u otros trastornos del control de los impulsos.

En tal sentido se sabe que, la cleptomanía ocurre con más frecuencia en mujeres que en hombres. Como tal, la patología cleptómana provoca: (1) dificultades familiares y de parejas; (2) pérdida de empleos; (3) sanción o rechazo social; (4) sanciones económicas; (5) problemas con la Justicia; (6) depresión y suicidio; (7) agresiones verbales y físicas, entre otras dificultades más que, dificultan la paz y la tranquilidad, no sólo de las personas que padecen dicho trastorno, sino también para sus familiares, amigos, compañeros de labores y relacionados (DMS-III, DMS-V).

Según las investigaciones realizadas por la organización Mundial de la Salud (OMS) y la Sociedad de Psiquiatría del Reino Unido, la cleptomanía no tiene cura hasta ahora. Como enfermedad, la cleptomanía puede estar relacionada con un desbalance de Serotonina en el cerebro. En tal sentido se sabe que, la serotonina ayuda a regular los estados de ánimo y las emociones de las personas. Los niveles bajos de serotonina son comunes en personas propensas a comportamientos impulsivos como las cleptómanas, mitómanas y ludópatas (DMS-IV y DMS-V).

No obstante, la cleptomanía se diagnostica según los signos y síntomas. Frente a un posible cuadro de Cleptomanía, el psicólogo y/o el psiquiatra actúa de la siguiente manera: (1) Hace preguntas sobre los impulsos y cómo se sienten las personas; (2) analiza una lista de situaciones y le pregunta al paciente si una o más de ellas desencadena su episodio de cleptomanía; (3) aplica un cuestionario para que el paciente se auto-evalúe; (4) tomas sus propias notas sobre los aspectos más relevantes de la conversación y, procede a compararlos con los indicadores del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DMS-V), cuya elaboración y publicación es responsabilidad de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría.

En tal sentido, los psicólogos y los psiquiatras sabemos que la cleptomanía es difícil de controlar por cuenta propia, ya que si dicho trastorno no es diagnosticado y tratado por un profesional de la conducta humana, es probable que este se complique a mediano y a largo plazo. No obstante se sabe que, el temor a la humillación o a la vergüenza, influye para que las personas cleptómanas no busquen ayudas y/o tratamientos profesional a tiempo. Por su parte, los neuropsicólogos, los psicólogos y los psiquiatras seguimos investigando la(s) posible(s) causa(s) que produce(n) la Cleptomanía, con el interés de apoyar científicamente a nuestros pacientes (OMS-DMS-V).

Además, los neuropsicólogos, los psicólogos y los psiquiatras sabemos que hay muy pocas investigaciones científicas sobre el uso de medicamentos psiquiátricos para tratar la Cleptomanía. No obstante, el tratamiento con psicoterapia y medicamentos antidepresivos, ayuda a manejar con éxito el trastorno de robo compulsivo. Sin embargo, no existe ningún tratamiento estándar para trabajar con las personas cleptómanas hasta ahora (DMS-V).

Por su parte, en la segunda década del siglo XXI todavía la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los USA, no ha aprobado ningún medicamento para tratar exclusivamente la Cleptomanía. Sin embargo, tal y como dijimos en el párrafo anterior, algunos medicamentos  antidepresivos ayudan a disminuir los impulsos de robar, según el nivel de trastorno compulsivo que manifieste cada paciente en particular (OMS-DMS-V). Como se puede observar, el desafío es extraordinario para la neurociencia, los neuropsicólogos y los psiquiatras que trabajamos con pacientes cleptómanos e inmersos en investigaciones de punta para conocer más sobre esta complicada patología o enfermedad.

En tal sentido, como la(s) causa(s) que detona(n) la cleptomanía aún no está(n) clara(s), se desconoce también el procedimiento o los procedimientos para prevenirla. No obstante, la OMS, la OPS y varias asociaciones y sociedades de psiquiatrías y neuropsicologías están realizando decenas de investigaciones neuro científicas en las que están participando familiares y pacientes cleptómanos, con el propósito de aproximarse científicamente a la(s) causa(s) neuronal(es) que provoca(n) dicho trastorno.

Cuando un familiar o ser querido estás recibiendo tratamiento para manejar y/o controlar la cleptomanía se le debe brindar apoyo para que supere con éxito su patología. Es recomendable, además, que el familiar o pariente que acompaña a dicha persona asista a las sesiones de terapias para familiarizarse con los factores que desencadenan el impulso compulsivo de robar, así como con las estrategias y técnicas más efectivas para prevenir y/o afrontar dicho trastorno mental (DMS-II, DMS-IV, DMS-V).

“El cleptómano es un enfermo, trátalo como tal y sin prejuicios”. TGM