Los partidos mayoritarios de la oposición, el de la Liberación Dominicana (PLD), Fuerza del Pueblo (FP) y el Revolucionario Dominicano (PRD), vienen discutiendo desde hace varios meses una posible alianza electoral en los diferentes niveles electorales (municipales, congresuales y presidencial), denominada Rescate RD, la cual no termina de aterrizar, a pesar de que el plazo para formalizar la misma está venciendo.
Dichos partidos aún no se ponen de acuerdo. Deben dejar de lado el orgullo, el odio, el rencor, deponer ciertas actitudes, muchas veces mezquinas, si en verdad se le quiere arrebatar el poder al Partido Revolucionario Moderno (PRM), el cual también viene confrontando serios problemas internos debido a la crisis que afecta a todo el sistema partidario. Deben tener muy claro que como en diplomacia, en toda alianza o negociación, hay que ceder espacios para asegurar las posiciones deseadas.
Si deciden ir cada uno por separado a dichas elecciones, sería “la crónica de una muerte anunciada”. Las bases de dichos partidos les pasarían facturas a la cúpula de los que se opongan, pues está más que demostrado que si no se formaliza una alianza electoral, ninguno de los partidos opositores ganaría solo en los diferentes órdenes. Tal como ocurre con los grandes grupos económicos y empresariales, que deciden formalizar una alianza estratégica para ser más competitivos y así poder conservar los grandes nichos del mercado de un país o región en épocas de crisis y turbulencias económicas, la cual se traduce en fortaleza y seguridad, esto también se aplica a una alianza política electoral opositora, sobre todo, para las elecciones presidenciales, más, cuando el partido oficial encabeza todas las encuestas.
En el orden municipal, considero que esta debe ser la primera alianza que deben formalizar, pues dichas elecciones serán el próximo 18 de febrero, que si no se agiliza, la misma podría colapsar. En nuestro país existen 158 alcaldías y 235 distritos municipales. El objetivo de esta es ganar en los municipios y distritos más importantes, los de mayor votación, ya que con ello se le quitaría gran parte del poder municipal al partido oficial, además, los resultados que se obtengan en dichas municipalidades podrán influir positivamente en las elecciones presidenciales de mayo siguiente. Es muy difícil que un partido que pierda las elecciones municipales de febrero gane las presidenciales de mayo, de ahí la importancia de formalizar con tiempo suficiente una alianza opositora. La misma solo debe formalizarse para los alcaldes, no para las regidurías, por lo complejo que esta resulta.
Los alcaldes del PRM, además de los recursos de los ayuntamientos que dirigen, también cuentan con el apoyo económico del gobierno central, de la Liga Municipal Dominicana, de la Federación Dominicana de Municipios (FEDOMU) y de algunos ministerios, por lo que solamente una alianza opositora efectiva podrá desplazar a la mayoría de ellos.
En el orden congresual y presidencial, tanto el PLD, FP y PRD, independientemente de quien sea el candidato presidencial ganador, va a requerir de una mayoría congresual, por lo que deben formalizar una alianza estratégica cuanto antes, basada en la realidad política, no por pasiones, amiguismo, grupismo o favores políticos. Si hay que sacrificar a alguien, hay que hacerlo si en verdad se quiere ganar la mayoría de las provincias y la Presidencia de la República, que es lo más importante, ya que desde el Poder Ejecutivo es que emanan las grandes soluciones económicas, políticas y sociales.