De la actividad educativa formal que se expresa principalmente en los niveles primario, secundario y universitario, mucho que se ha hablado de su gran obsolescencia a partir de la irrupción de las Tecnologías de Información y Comunicación-TIC-
El escenario en el que se confirma lo dicho es el aula de clase. El aula sigue siendo la misma de hace al menos 90 años, aunque actualmente se den también las clases de forma virtual. Las clases virtuales son otra modalidad de la misma forma tradicional de impartir docencia; en la generalidad de los casos la diferencia con respecto a la clase tradicional es solo que se ven las imágenes de la profesora o el profesor y de las alumnas y alumnos en las pantallas de las computadoras o celulares.
Otra relativa diferencia corresponde a las fuentes de materiales de estudio, a los cuales ya se puede acceder con un par de clics; se destaca un componente distorsionante de estas facilidades de acceso a las fuentes y es que no en pocos casos los trabajos asignados pasan a ser verdaderos plagios de textos equivalentes disponibles en la Web.
Una fuente educativa de amplio contenido, pero en lo que “hay de todo” muy difícil de discriminar entre lo apropiado o inapropiado, lo bueno o lo malo principalmente en los primeros grados de escolaridad, es YouTube; pero aun lo correcto o pertinente para el aprendizaje en YouTube tiene una presentación de una exposición tradicional equivalente a una profesora o un profesor que “explica” la clase, lo mismo que tradicionalmente se hace en el aula.
Hay que insistir en que con la tan abarcadora irrupción de las TIC se ha dado un salto en cuanto a la tan fácil y casi plena disposición de datos, información y conocimiento que se está ante un acontecimiento no visto en más de 500 años, equivalente al invento de la escritura alfabética y la imprenta de Gutenberg. Lo cual alcanza un muy claro punto de culminación con la Inteligencia Artificial cada vez en mayor capacidad en cuanto sistema informático, de realizar actividades propias de la inteligencia humana como -entre otras- aprender, pensar, tomar decisiones, planificar y crear. Habiendo alcanzado una pasmosa velocidad de avance.
De lo considerado se deriva la necesidad de iniciar cuanto antes estudios, debates y acciones no para adecuar el sistema educativo a esa realidad ya presente, sino desmontarlo e iniciar una nueva educación.
Con las tan precisas evidencias del extraordinario progreso de las TIC hasta llegar a la Inteligencia Artificial, procede ya concebir y desarrollar un nuevo sistema educativo. Es el único camino.