¿Cuando hablamos de inclusión a qué nos referimos? ¿Qué es realmente la inclusión y qué no es? Comencemos por el principio. Todo ser humano nace y automáticamente tiene derechos y libertades fundamentales inherentes a su persona y estos derechos los tendrá durante toda su vida para garantizar una vida digna.

 

Entonces, la inclusión es eso a lo que se refiere la Constitución Dominicana cuando dice que todas las personas nacen iguales ante la ley. No es más complejo de ahí. La inclusión es bastante simple. Para entender mejor podemos también explorar el significado de la palabra discriminación, que básicamente es tratar con inferioridad a otras personas, lo cual es un derecho que tú no tienes. No tienes ante la ley ningún derecho que te apoye la vagabundería de tratar con inferioridad a otras personas. Lo que sí tienes tú  y todas las personas, es el derecho a la igualdad. Eso es la inclusión, que todas las personas somos iguales ante la ley.

 

Para ilustrarlo aún más claro tomaré el Artículo 38 sobre la Dignidad Humana y el Artículo 39 sobre el Derecho a la Igualdad, y sustituiré las palabras dignidad e igualdad por inclusión, y la palabra discriminación por trato inferior:

 

Artículo 38.- Inclusión humana. El Estado se fundamenta en el respeto a la inclusión de la persona y se organiza para la protección real y efectiva de los derechos fundamentales que le son inherentes. La inclusión del ser humano es sagrada, innata e inviolable; su respeto y protección constituyen una responsabilidad esencial de los poderes públicos.

Artículo 39.- Derecho a la inclusión. Todas las personas nacen libres e incluidas ante la ley, reciben la misma protección y trato de las instituciones, autoridades y demás personas y gozan de los mismos derechos, libertades y oportunidades, sin ningún  trato inferior por razones de género, color, edad, discapacidad, nacionalidad, vínculos familiares, lengua, religión, opinión política o filosófica, condición social o personal.

 

Ahora hablemos sobre qué no es la inclusión, o sea, qué no es dignidad humana y qué no es igualdad. Esos derechos que tenemos todas las personas no deberían de venir en formato de Plan Básico, Plan Gold y Plan Platinum, y que “asigún” quieras hacer sentir inferior a una persona le asignas qué plan debería tener. Puedes perfectamente estar en desacuerdo con una persona, su cultura y sus creencias pero aún así tú y esa persona son iguales ante la ley, porque por suerte tus opiniones no son ley, sino que son solamente tus opiniones. Me explico, no puede existir el Plan Básico para “maricones” e “inválidos” y tú heterosexual sin discapacidad tienes el Plan Platinum de derechos.

 

Como yo trabajo inclusión de personas con discapacidad, escucho mucho frases como “¿tú ves? Eso sí es inclusión, eso de hablar con la “e” no”. También me dicen “el Código Penal está frenado por la comunidad LGBT y las mujeres con su aborto pero es a esto que hay que ponerle atención, esto sí es inclusión, inclusión básica” refiriéndose a la iniciativa de inclusión que trabajé en los conciertos de Coldplay y Bad Bunny.

 

Me queda claro que las comunidades excluidas del Plan Platinum de derechos tenemos que hacer fila y esperar nuestro turno y que algún día nos toque nuestra inclusión, nuestra dignidad humana y nuestra igualdad. Parecería que no nos queda más que pelearnos entre todas por el Plan Básico. ¿Usted quiere dignidad? Coja un número, póngase en la fila y que Dios le acompañe.

 

Este grupo, aparentemente superior de la sociedad, parece sentir empatía por las personas con discapacidad, claro con cierta distancia por supuesto, ustedes allá y yo aquí, pero no contaban con la astucia de la transversalidad de la dignidad y la igualdad. Cuando ven inclusión de personas con discapacidad les hace sentir bien, “a esos sí hay que darles sus derechos” dicen en voz alta sintiéndose los dioses que otorgan derechos en la República Dominicana, “no a los maricones esos que andan en falda”.

 

Sin embargo, no pensaron en la persona con discapacidad físico-motora que es maricon y anda en falda, en la joven Sorda lesbiana, o en le joven con Síndrome de Down que es trans. ¿Y ahora? “Bueno” dirían, “bueno mejor no incluir a ninguno. Mejor que no seamos iguales ante la ley y sanseacabó este relajo”.

 

Igualdad y dignidad humana no es incluir a quien tú decidas, es incluir a todas las personas por igual, y cuando excluyes a una, uno o une, nos excluyes a todas, todos y a todes.