Según se conoce, Nicolás Copérnico, astrónomo y matemático de nacionalidad polaca “fue el primero en desarrollar la teoría de que el sol era el centro del eje de los demás planetas”. Copérnico no solo afirmó que la Tierra daba vueltas alrededor del sol, sino que hacía este movimiento de rotación de tal modo que cada año representaba una vuelta (1473-1543).
Por su parte, "Pitágoras, de acuerdo a Diógenes Laercio, fue el primer griego en afirmar que la Tierra era redonda"; mientras que Teofrasto atribuye este hecho a Parménides y; Zenón se lo atribuye a Hesíodo (Literatura revisada referida al 501 a.c y 515 a.c.).
De Pitágoras se sabe que fue un filósofo y el primer matemático griego puro. En sus estudios, Pitágoras descubrió que la hipotenusa de un triángulo rectángulo es igual a la suma de los cuadrados de los otros dos lados, investigación que lo proyectó como uno de los mejores investigadores de su época (Literatura del 570-490 a. c).
No obstante, la comunidad científica internacional sabe que la Tierra gira de oeste a este, al igual que el resto de los planetas del sistema solar, con la excepción de Venus y Urano. Tomando al polo norte como punto de vista, la Tierra gira en sentido antihorario. Como se sabe, un giro completo de la Tierra en relación con una estrella fija, dura exactamente 23 horas, 56 minutos y 4 segundos.
Por otra parte se sabe que “la explotación de los acuíferos del subsuelo durante el período 1993-2010 provocó que el eje de rotación terrestre se inclinara casi 80 cm hacia el este de su eje de rotación en los últimos 23 años” (Geophysical Research Letters, 2011).
Según los resultados del modelo climático corrido por la comunidad científica internacional en el período arriba citado “este arroja un agotamiento total de las aguas subterráneas de 2150 gigatoneladas (mil millones de toneladas, es decir, 1 millón de millones de kilos), lo que equivale a un aumento global del nivel del mar de 6,24 milímetros” (Reporte de Geopphysical Research, 2011).
Como se sabe, “el agua subterránea ha sido utilizada históricamente para la producción agropecuaria, el consumo humano, las actividades industriales y comerciales, con la creencia de que este recurso natural era renovable” (Grupo de expertos del IPCC, ONU 1989).
No obstante, a partir de la Conferencia de Río celebrada del 15 al 28 de enero del año 1992 en Brasil, la comunidad científica internacional reconoció que, “el agua es un recurso natural agotable y, recomendó que los diferentes modelos de extracción y usos del recurso agua, debían revisarse, al valorar los desafíos que tiene el planeta frente al calentamiento global y al cambio climático” (Rio de Janeiro, 1992).
En tal sentido, la comunidad científica internacional sabe que, “a lo largo del tiempo geológico la atracción gravitacional del sol y la luna y la extracción desmedida del agua del subsuelo han generado la inestabilidad del manto acuífero del planeta”, ya que los mantos acuíferos son grandes depósitos de agua bajo la tierra (Grupo de Expertos de IPCC-ONU, 1989).
Por su parte, los resultados de los estudios realizados por el geofísico Ki-Weon Seo de la Universidad Nacional de Seúl indican que “la extracción-bombeo de las aguas subterráneas en todo el planeta es una de las causas del calentamiento global, lo que provoca, a su vez, el aumento del nivel del mar que se observa en los últimos veinte y tres años” (COP-21).
Asimismo, Ki-Weon Seo confirmó que, “los cambios en el polo de rotación de la Tierra desde fines del siglo XIX hasta la fecha guardan una relación estrecha con las extracciones y las variaciones del almacenamiento de las aguas subterráneas a escala continental" (Foro del G-7 celebrado en Hiroshima, Japón, en enero del 2023).
Como se sabe, “el G-7 es un foro político intergubernamental conformado por Canadá, USA, Alemania, Francia, Italia, Japón y Reino Unido y la Unión Europea, en cuyas reuniones se debaten los grandes temas globales”, relacionados con la macroeconomía, el calentamiento global, el cambio climático, las migraciones y las amenazas globales, entre otros (ONU, 2022).
Por su parte, los estudios de los expertos del Grupo IPCC de la ONU comprobaron que “el desplazamiento del eje de rotación de la Tierra es un fenómeno anormal que podría generar grandes problemas para la estabilización de los ecosistemas naturales vitales para la sobrevivencia de todas las especies terrestres y acuáticas” (Grupo IPCC, 2021).
En tal sentido, decenas de investigadores de universidades e institutos de prestigio internacional “están profundizando los hallazgos sobre las extracciones de las aguas del subsuelo o mantos acuíferos para cualificar los impactos que este tipo de prácticas le está produciendo al Planeta” (Grupo IPCC, 2021).
“Vivimos en la Tierra como si tuviéramos otra a la que ir” (Terry Swearingen).