En las últimas semanas hemos vuelto a los tiempos de Tasas de Cambio de Divisas Oficiales y del Libre Mercado o Mercado Negro, los tiempos en que los importadores tienen que necesariamente adquirir sus divisas a través del mercado no regulado, o en algunos casos, pagar la tasa VA o tasa oficial, pero adicionar un pago extra, para completar la tasa de mercado, haciéndosele complicado el registro contable real, de sus costos.
Lo asombroso es que nuestras autoridades del Banco Central se vanaglorian de tener unas reservas internacionales récord, por su parte, el Gobierno de un crecimiento histórico del Turismo, de las Remesas Internacionales y, aunque no se vanaglorian, son el Gobierno que más ha tomado prestado en toda la historia de nuestro país. Pese a esto, las pretendidas medidas autoritarias de nuestras autoridades monetarias, estableciendo extra oficialmente una tasa de cambio máxima para la venta de dólares, ha resultado ser un caldo de cultivos para el retorno del Mercado Negro Cambiario.
Tenemos el Mismo Gobernador del Banco Central, tenemos buen nivel de las Reservas Internacionales, tenemos Crecimiento del Turismo y de la Inversión Extranjera; aun así, nuestras autoridades monetarias no son capaces de controlar el potencial aumento de la tasa cambiaria y mucho menos han sido capaces de impedir que volvamos a los tiempos de los gobiernos del viejo PRD, hoy PRM, en el que se pierde el control cambiario. Sin dudas, varios elementos pudieran estar incidiendo en la actual situación, como, por ejemplo: El aumento de la demanda por las compras navideñas; pero este factor es cíclico y en los años anteriores no ha incidido tan negativamente como en este año.
Recuerdo los Gobiernos del expresidente Hipólito Mejía; los primeros dos años las cosas estuvieron bien, su popularidad estaba en aumento, pero entrado el tercer año comenzó a perder el control cambiario y en el cuarto y último año, perdió totalmente el control de nuestra economía, ni hablar del Gobierno de Salvador Jorge Blanco. Ahora, el Gobierno del mismo partido, nos hace perder las exportaciones hacia nuestro segundo socio comercial y con el que teníamos una balanza comercial positiva; en este, su último año de gobierno, vemos como se comienza a desestabilizar el mercado cambiario.