La inteligencia artificial (IA), que surge por la necesidad de transferir tareas a las máquinas para que lo realicen de forma automática y sin errores, desde el año 1950 y hasta la actualidad, ha venido evolucionando en la medida que se ha ido introduciendo la tecnología digital y computacional.

Uno de los principales precursores y estudioso de la IA John McCarthy define IA de la siguiente forma: “ Es la ciencia e ingeniería para construir maquinas inteligentes, especialmente, programas de computación inteligentes. Así como, lo relativo a la tarea de usar computadoras para entender la inteligencia humana, pero no imitada a métodos observables biológicamente.”

La IA tiene sus bases en la ciencia de la computación, pero también está basamentada en distintas ramas de la ciencia en general y principalmente teniendo como referentes la filosofía, las matemáticas, la psicología y la lingüística, como forma de facilitar y reducir la complejidad que están insertos en los sistemas, softwares y algoritmos, para viabilizar el proceso de información para obtener mayores niveles de productividad en menor tiempo y con mayor calidad, a partir de la implementación de redes neuronales y asistentes virtuales como por ejemplo Siri y Alexa.

Aquí se introduce lo que se denomina aprendizaje automático que se ha popularizado en ingles como machine learning, que se enfoca principalmente en el desarrollo de algoritmos que permiten a las maquinas aprender de los datos introducidos y mejorar a futuro su procesamiento sin ser programadas de manera explicita por los humanos.

Todo esto facilita la posibilidad que personas que no son versadas en las ciencias computacionales puedan utilizar las herramientas de IA, para realizar actividades de cualquier rama del saber, productivas y de servicios.

Dentro de las herramientas de AI más utilizadas en la actualidad se encuentran ChatGPT, API DeepSeek, NVIDIA, WILLOW, Gimini, Copilot.

El valor de estas empresas de IA ha ido aumentando de forma exponencial y así OpenAI que es propietaria de la herramienta ChatGPT tenia al mes de octubre del año 2024 un valor de mercado de US$157,000 millones, NVIDIA US$35.08 billones.

Un riesgo que corren las empresas de IA es que así como crecen de forma exponencial también están expuestas a perdidas de forma rápida y un ejemplo de esto es cuando el 27 de enero del presente año 2025, la empresa NVIDIA sufrió una perdida de US$589,000 millones en términos del valor del mercado de su patrimonio, lo que representa un 17% de de sus activos; esto se atribuyó al lanzamiento de una herramienta lanzada por la empresa china DeepSeek, que presentó una opción de inteligencia artificial de bajo costo y a la vez de alto rendimiento y no es para menos, pues lo que le costó a OpenAI y a Meta US$500 millones para desarrollar GPT-5 a Liang Wefeng fundador de la versión china solo le ha costado US$12 millones, lo que a simple vista evidencia como esta ultima versión abarata de forma dramática el costo de uso de dicha herramienta para búsqueda y generación de información.

Todas las plataformas de IA, han transformado el quehacer de las cosas, desde las compras en tiendas y supermercados, el retiro de dinero mediante cajeros electrónicos, la educación a distancia y su paso a la virtualidad, los diagnósticos médicos con la revolución de la tecnología virtual y las medicinas, el transporte con la introducción de vehículos autónomos.

En conclusión, la inteligencia artificial ha venido a facilitar la vida de la gente tanto en términos de tiempo como de ahorro de recursos, pues muchas tareas que se debían realizar de forma presencial, ahora se pueden hacer en tiempo récord desde el hogar u oficina sin necesidad de desplazamiento; aunque si existe un gran reto en términos de seguridad de empresas y personas por la exposición tanto de sus datos personales como empresariales, por el abuso de personas y grupos que mal usan y ponen en riesgo los niveles de privacidad de los datos.