Beryl inicia la escritura del libro de récords como el huracán más fuerte de un junio, siendo el segundo de la temporada 2024 nombrado, pero el primero intenso calificado como huracán mayor. Es un comienzo revelador de lo pronosticado por los meteorólogos, quienes señalaron que sería una de las temporadas de huracanes más activas y aterradoras de la historia, algo que Beryl ya empezó a confirmar. Los antecedentes indican que agosto y septiembre son los meses más activos, con grandes historias destructivas producidas por estos fenómenos que se desarrollan en el Atlántico y el Caribe, cuando las temperaturas son más altas. Estas altas temperaturas actuales son el combustible necesario para que estos fenómenos se fortalezcan.
El rápido desarrollo e intensificación histórica de Beryl es un ejemplo similar a los que mencionamos en nuestro artículo anterior sobre el gran cambio que este tipo de fenómenos ha generado, obligando a cambiar la planificación de este tipo de contingencias. La repetición constante de estos eventos es una alerta de la frecuencia con la que ocurrirán. Yo no soy científico, pero es evidente que esto es fruto del cambio climático. No sabemos con qué frecuencia sucederán, pero es parte de la creación de nuevos antecedentes. La gran preocupación no es que haya sido un gran huracán; han pasado huracanes de categoría 5 más fuertes. Lo preocupante es lo temprano que se desarrolló, cuando los meses pico son la época en la que estos huracanes mayores suelen ocurrir.
Los manejadores de emergencias están y deben estar revisando planes, procedimientos y protocolos. Las posibilidades de que se produzca una tormenta que se intensifique rápidamente ahora mismo en el Atlántico y el Caribe han cambiado en la fase de formación. Esto acaba de suceder en el primer mes de la temporada ciclónica del Atlántico, lo que indica a los profesionales que deben ajustar todos los documentos que son las herramientas de trabajo. No solo en el sector gubernamental, sino también en la ciudadanía y el sector privado. Las lecciones aprendidas hoy, además de ser casos de estudio, deben convertirse en procedimientos, protocolos y listas de verificación, en fin, herramientas de trabajo para tomar decisiones. El clima está hablando; ya no es solo la más importante amenaza natural de la región, sino que nos ha dicho: "puedo hacer lo que quiera y cuando quiera". Así como se habla hoy del riesgo urbano, estamos hablando del riesgo extremo.
Cada generación tenía un huracán que la marcaba, ejemplos son San Zenón, David, Georges, Hugo, etc. Hoy parece que una generación escuchará de varios.
La preparación para estos eventos es responsabilidad de todos. Es imposible que los ciudadanos quieran ver olas de marejadas ciclónicas cada vez más terribles y más altas, lo que las hace más fuertes. Los meteorólogos y académicos de la meteorología, como si fueran chefs, han mencionado que los ingredientes están ahí para que sea una temporada activa. Beryl no solo cumple, sino que rompe el punto de referencia oficial inicial de una temporada con su rápida intensificación. ¿Qué vamos a hacer? Aprender rápido la lección, porque el próximo ciclón quizás se esté formando mientras escribo e investigo sobre este artículo. Reitero la seriedad de tomar medidas ante estos fenómenos. Es un compromiso de todos: autoridades, ciudadanos, sector privado. En fin, un compromiso país, no importa de dónde sea, las lecciones son para todos.