Orlando Mazara nació en El Seibo en 1940. Desde una edad temprana demostró su inclinación hacia la causa de los derechos políticos y la transformación social pues a los 13 años era miembro de la Asociación de Estudiantes Secundarios de El Seibo. Integrante de la Agrupación Política 14 de Junio en la referida provincia, Mazara tuvo una participación destacada en los eventos más significativos de la década de los sesenta.
En efecto, como parte de la infraestructura del Movimiento Revolucionario 14 de Junio se integró en la guerrilla de 1963, participando en el Frente Mauricio Báez que tuvo como escenario de operaciones las lomas de La Berrenda donde cayeron Rafael Enrique Faxas Canto (Pipe), Juan María Candelario (Ñaño) Mercedes, Luis Ibarra Ríos, Roberto Hernández, José Padua Falet y Adolfo Pérez Sánchez.
En 1965, con solo 25 años, continuó la lucha por la constitucionalidad en la Guerra de Abril, específicamente bajo la dirección de los dirigentes catorcistas Roberto Duvergé y Aniana Vargas, en donde se destacó como un valiente combatiente en la zona Norte. Al terminar la guerra, fue enviado a China para recibir entrenamiento político y militar, regresando con un profundo compromiso y una mayor determinación para la causa revolucionaria.
Trabajó incansablemente en las lomas La Arabia de San José de Ocoa, donde se dedicó al cultivo de papas, al tiempo que organizaba y entrenaba a campesinos en la región, comprometidos con la lucha revolucionaria. Desgraciadamente, su vida se vio truncada el 19 de febrero de 1967 cuando una unidad del Ejército Nacional le tendió una emboscada para asesinarlo como parte del cerco que la CIA y el régimen de Balaguer le tenían a los dirigentes del 14 de Junio y sus propósitos revolucionarios.
No obstante, el legado de Orlando Mazara perdura como un símbolo de la lucha por la justicia y la libertad en la República Dominicana. En Orlando encontramos un digno ejemplo que supo continuar la lucha de la raza inmortal, por eso entiendo válido en esta breve semblanza concluir con las estrofas del himno del 14 de Junio donde dice: “Su sacrificio que Dios bendijo la patria entera glorificará, como homenaje a los valientes que allí cayeron por la libertad”.