¿Qué es el racismo? “El racismo es una ideología o sistema de creencias que sostiene la superioridad de un grupo racial sobre otro. Se manifiesta a través de actitudes, comportamientos y políticas que discriminan o marginan a las personas basándose en su raza o etnicidad. También puede estar presente en las estructuras sociales, políticas y económicas, perpetuando desigualdades y exclusión de ciertos grupos raciales”.
En Estados Unidos el racismo esta entre los huesos de los blancos o anglosajones, que masacraron a los indios nativos y esclavizaron a los negros, como lo hay contra los latinos, judíos y musulmanes.
En algunos países de África el racismo está en los huesos de los negros. En el mundo árabe está en los huesos de los musulmanes, y eso incluye discriminación a los que profesan otras religiones o son miembro de la comunidad LGBTT. Y los judíos no se quedan atrás.
En Europa el racismo existe contra toda forma de inmigración, sea negros, musulmanes, asiáticos y latinos.
He viajado alrededor del mundo y en todos los países he visto el racismo en carne propia. Lo sentí en la Universidad de la Florida, en Gainesville, hace 45 años, donde prevalecían los Redneck, grupo fascista de ultraderecha, que no querían saber de negros, latinos ni asiáticos.
He recibido un sentimiento de rechazo en algunos países de Europa, solo por el idioma o por ser latino.
Los centroamericanos discriminan a negros e indígenas. Y viví en 4 países de esa región por 11 años.
En países latinoamericanos, con una población indígena significativa, hay exclusión, marginalidad y desigualdades que han perdurado desde la llegada de los españoles.
En República Dominicana hay racismo entre los mismos dominicanos. Hay denuncias en discotecas donde no dejan entrar a gente de color. Pero es falso que aquí a los haitianos se le niegue la educación, la salud y trabajo por su color de piel. Reciben a veces más atención y privilegios que los mismos dominicanos.
Lo que no entiende AMNISTÍA INTERNACIONAL, llena de lobistas prohaitianos, es que nuestro problema con Haití esta en otra dimensión y no en el racismo. Tenemos negros y mestizos que conforman el 85% de la población dominicana.
Esa dimensión de la que hablo es que cerca de un millón de indocumentados haitianos viven en nuestro país con el peligro de que entre ellos hayan miembros de las bandas armadas que han cruzado la frontera y están en nuestro territorio.
Desde muchos años atrás, los haitianos, documentados o no, han trabajado en diferentes sectores y han contribuido a nuestro desarrollo. Eso no se puede discutir. También han entrado muchos capitales desde Haití de una clase media y alta, educada y adinerada, porque aquí se sienten mejor tratados que en otros países y cerca de sus orígenes.
Pero la economía dominicana, con 2.5 millones de pobres, ya no puede absorber más inmigración ilegal. Ni gastar el 2% del PIB para darle espacios en las escuelas, hospitales, almuerzo gratis, transporte subsidiado, proteger la frontera o persiguiendo ilegales para su deportación.
Amnistía Internacional puede hablar toda la mierda que quiera, pero nada cambiará nuestra política hacia Haití, cuyo actual primer ministro no se dignó a estar presente en la toma de posesión del presidente Luis Abinader. Esa actitud y comportamiento es racismo por definición, como lo es pretender que la bandera haitiana ondea en toda la isla, como algunos desquiciados mentales proponen en las redes sociales.