El turismo médico en la República Dominicana ha demostrado ser un sector con alto potencial económico, atrayendo a miles de pacientes extranjeros que buscan atención de calidad a costos competitivos. Sin embargo, la creciente carga sobre el sistema de salud público debido a la atención a migrantes haitianos en situación irregular genera preocupaciones sobre la sostenibilidad financiera y la equidad en el acceso a los servicios médicos. Para abordar este desafío, proponemos un enfoque integral que permita diferenciar y gestionar eficientemente ambos fenómenos, garantizando tanto la rentabilidad del turismo médico como la mejora del sistema de salud nacional.

Uno de los principales problemas en la atención a migrantes haitianos es la falta de datos precisos sobre cuántos reciben servicios de salud, el tipo de asistencia que requieren y el costo real que esto representa para el Estado, se dice que ronda entre 10 mil y 15 mil millones de pesos por año. Es imperativo implementar un sistema de registro obligatorio en hospitales y centros de salud públicos para identificar y categorizar a los pacientes extranjeros, permitiendo conocer el impacto financiero y planificar soluciones basadas en datos concretos.

Una solución viable es la implementación de un Fondo de Compensación para el sistema de salud, financiado en parte por el turismo médico. La Asociación de Turismo Médico (ATM), en colaboración con el gobierno, puede desarrollar un mecanismo en el que una porción de los ingresos generados por pacientes extranjeros que pagan por servicios de salud privados se destine a fortalecer la infraestructura hospitalaria y cubrir parte de los costos derivados de la atención a migrantes en condición irregular.

Este fondo podría estructurarse mediante:

  • Un porcentaje de los ingresos generados por hospitales y clínicas privadas con certificación de turismo médico.
  • Tarifas diferenciadas para procedimientos médicos en extranjeros no residentes.
  • Un fideicomiso administrado por una entidad público-privada para garantizar la transparencia y eficiencia en la asignación de recursos.

Diferenciación entre turismo médico y atención humanitaria

Es crucial establecer una distinción clara entre el turismo médico y la atención humanitaria. Mientras que el primero representa una fuente de ingresos y posiciona al país como un destino atractivo para la salud, la atención a migrantes en situación irregular debe ser manejada desde una perspectiva de responsabilidad estatal y cooperación internacional.

Para ello, se recomienda:

  • Establecer clínicas especializadas en zonas fronterizas con financiamiento internacional para atender a migrantes en tránsito.
  • Definir un sistema de cobro diferenciado para extranjeros en situación irregular que requieran atención hospitalaria de alto costo.
  • Aplicar mecanismos de compensación entre el Estado y los centros de salud privados que atienden a estos pacientes.

Dado que la migración haitiana es un fenómeno regional no solo de República Dominicana, y con grandes implicaciones económicas y humanitarias, la República Dominicana debe gestionar acuerdos con organismos internacionales, como la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), para recibir apoyo financiero y técnico en la prestación de servicios médicos a migrantes haitianos. La inclusión de fondos de cooperación y asistencia internacional permitiría aliviar la presión sobre el presupuesto nacional y garantizar una atención adecuada sin comprometer los recursos destinados a la población dominicana. Y aunque el estado dominicano entiende que no debe haber solución dominicana para la crisis haitiana, la realidad nos obliga a buscar un punto de colaboración donde la República Dominicana no sea perjudicada como lo ha sido durante muchos años.

Finalmente, cualquier solución que se tome, debe estar orientada a mejorar el sistema de salud en su conjunto. La implementación del Fondo de Compensación y el fortalecimiento del turismo médico deben ir de la mano con inversiones en infraestructura hospitalaria, capacitación del personal médico y la modernización de los centros de atención.

La República Dominicana tiene la oportunidad de continuar consolidándose como un referente en turismo médico, generando ingresos y promoviendo el desarrollo de la salud privada sin descuidar su responsabilidad de atender las necesidades sanitarias de la población. Con un enfoque estratégico y basado en datos, es posible lograr un equilibrio entre la rentabilidad del sector y la sostenibilidad del sistema de salud pública.