Al finalizar esta semana una cumbre en el histórico Camp David fue celebrada entre EE UU, Japón y Corea del Sur. Terminada la reunión fue firmando un acuerdo de seguridad colectiva. El presidente Biden ha dicho : No se trata de un día, una semana o un mes. Se trata de décadas y décadas de relaciones que estamos construyendo. -Y-Finaliza diciendo es una relación para siempre.
En la visión geopolítica de las nuevas relaciones internacionales, este acuerdo se enmarca de dentro de un momento de oportunidades sin precedentes para nuestros países y nuestros ciudadanos, y en un punto crucial de la historia, cuando la competencia geopolítica, la crisis climática, la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania y las provocaciones nucleares nos ponen a prueba. Concluye la visión geoestratégica del acuerdo recogida en la declaración.
Un año y medio después la guerra en Ucrania continua, no es posible asegurar una victoria militar de ninguno de los dos bandos, más bien, estamos frente a una guerra de desgaste con consecuencias económicas sumamente costosas para Rusia.
La economía rusa ha sido seriamente afectada, por ejemplo: la dependencia energética europea de Rusia prácticamente se ha reducido a cero, no solo perdiendo ese mercado, sino perdiendo un arma estratégica que era el suministro del gas y dejar sin calefacción a Europa en el invierno pasado.
Hoy un rublo ruso es igual a un centavo de dólar, y un peso dominicano es igual 1.65 rublo prácticamente a la par. El escenario sigue siendo complicado. Los hidrocarburos, los cereales, el riesgo de otra oleada migratoria y la campaña electoral estadounidense complican el escenario hasta el fin del año.
Al decir de Josep Borrell, jefe de la diplomacia europea: Desde el punto de vista militar, Rusia ha fracasado. Putin quería una guerra relámpago, pero han pasado 18 meses y está a la defensiva.
El otro cambio en escenario internacional, es el ingreso Suecia y Finlandia a la OTAN, rompiendo su neutralidad de más de 50 años en la Sociedad Internacional, de esta forma se aseguran ante la posibilidad de un ataque militar de Rusia.
La alianza de la OTAN, que parecería natimuerta, se ha revitalizado. Se redefinirá la estrategia del bloque, a la espera de un nuevo miembro que es Ucrania. Un efecto político de la guerra es la occidentalización de Ucrania, iniciando el proceso de desarraigo ruso en lo histórico y cultural.
China es un verdadero actor geopolítico. China tiene una enorme presencia en África y en Latinoamérica. Es un actor importante en la guerra de Ucrania, pero China no es una amenaza a la seguridad europea, como lo representa Rusia.
No está en la agenda occidental la construcción internacional de una polarización del sistema internacional, que derive en un mundo bipolar y provoque la emergencia de dos sistemas tecnológicos competitivos que obliguen a todo el mundo a escoger entre uno u otro.
Es evidente que la economía China no está creciendo al ritmo esperado, al decir de Adam S. Posen, presidente del Instituto Peterson de Economía Internacional, en un artículo publicado en la influyente revista Foreign Affairs, titulado “El fin del milagro económico chino”. Dice: es probable que China enfrente un declive a largo plazo, entre otras cosas, porque el consumo interno y las inversiones del sector privado están cayendo rápidamente y no muestran signos de recuperación.
El comercio entre China y América Latina se multiplicó 26 veces entre 2000 y 2020. Hoy, China representa el 34% del comercio total de Chile, el 28% del comercio de Brasil y Perú, el 18% de Colombia, el 14% de Argentina y el 10% de México, según el Consejo de Relaciones Exteriores de los Estados Unidos. Pero con este nivel de crecimiento no es posible mantener la inversión para el resto del año ,ni para el 2024.
En 2022, los bancos estatales chinos dieron nuevos préstamos por valor de 813 millones de dólares a América Latina, muy lejos de los 35,100 millones de dólares combinados que prestaron a la región en 2010. (Boston University firmado por Zara C. Albrighti).
Hay una ralentización de la economía China a nivel global, mientras que el mundo reconfigura propiamente un nuevo sistema de Seguridad Colectiva. Otro actor importante es India, pero ser objeto de otro análisis.