En los últimos años, el país ha avanzado mucho en el “turismo de salud”. Una modalidad de viaje internacional de personas que necesitan un tratamiento médico de calidad con fines estéticos, o de salud, a un costo menor, obviando las largas listas de espera en su país.
Esta demanda crece de manera sostenida. Anualmente, entre unos 24 a 26 millones de personas viajan a otros países para recibir tratamientos médicos. Su costo mundial se estima en US$100 mil millones en el 2023 y se espera que se eleve a US$194.6 mil millones para el 2028.
De acuerdo con el Dr. Alejando Cambiaso, presidente de la Asociación Dominicana de Turismo de Salud, el gasto promedio es de US$7,500 por paciente. Unos US$5,000 para la atención médica y los US$2,500 restantes para pasajes, alojamiento y comidas. En el 2022 el 3.7% de los pasajeros que llegaron al país, demandaron tratamientos médicos, generando ingresos por alrededor de US$1,321 millones. Unos 262,902 turistas de salud fueron atendidos y se espera concluir el 2023 con un 15% de incremento.
Desde luego, existe una creciente competencia de México, Colombia, Costa Rica, Puerto Rico y las Antillas Menores, desarrollando ofertas atractivas en calidad y costo de la atención. Las mayores demandas son odontológicas, cirugías plásticas, cardiovasculares, bariátricas, cáncer, fertilidad y chequeos médicos.
Otra modalidad de turismo de salud es la residencia en el país de personas de edad avanzada, aprovechando el clima favorable para el mantenimiento y la recuperación de la salud. En ese sentido, nuestro país tiene la gran ventaja de ofrecer bellas playas y un clima cálido todo el año, muy recomendado a millones de personas para conservar su salud. Y en adición, también posee zonas templadas pero moderadas, para aquellos que así lo requieran.
Tenemos la oportunidad de convertir al país en un destino de retiro de preferencia internacional para adultos mayores, jubilados y pensionados que deseen combinar lugares turísticos, con buenos servicios de salud y a un costo razonable.
RD pionera en el desarrollo del turismo de salud
Esta modalidad de turismo tiene un gran futuro debido al envejecimiento de la población mundial y al aumento de los pensionados y jubilados. Cada vez resulta más evidente que el clima caribeño favorece la prolongación de los años de vida saludables, por lo que más personas están dispuestas a pagar para disfrutar de mayor salud y bienestar.
Lógicamente, la captación del turismo de salud requiere de centros médicos con la calificación y habilitación internacional de entidades competentes. En el país ya existen 19 establecimientos calificados, 13 de los cuales son clínicas privadas y 6 son patronatos de salud.
La falta de participación pública se explica por la ausencia de garantía de los hospitales de una oferta de servicios de calidad, confortables y oportunos. Esta garantía es indispensable para atraer a un público internacional más exigente, porque proviene de países con sistemas sanitarios más eficientes, continuos y modernos.
Dado que se trata de un mercado nada despreciable y en franca expansión, las autoridades sanitarias del país deberían impulsar las reformas pendientes a fin de elevar la calidad de la oferta, y de aprovechar la creciente demanda de los servicios de salud que se derivan del aumento del flujo de turistas que anualmente recibe el país.
Desde luego, para asegurar un fuerte liderazgo regional en el turismo de salud, el país debe: 1) adoptar una Estrategia Nacional de Turismo de Salud; 2) fomentar la certificación y acreditación internacional de los centros; 3) contar con un plan maestro para captar a los turistas de salud; y 4) reducir las muertes y discapacidades por accidentes de tránsito, entre otras.