Haciendo un paréntesis en la secuencia de artículos sobre los discursos de los lideres políticos dominicanos, está nota está dirigida especialmente a los lectores que siguen mis artículos en Acento.com y quienes se me han acercado con preguntas acerca del discurso político.
Discurso
Estrictamente en términos lingüísticos, el discurso es oral. Son las palabras que salen de nuestra boca al usar la lengua. Recuérdese que la escritura es una invención tardía; que hay culturas sin escritura; que incluso hoy, hay millones de analfabetos.Pero,todo el mundo habla, es decir, produce discursos.
Sin embargo, hoy, discurso es comunicación oral o escrita. Es lo que uno habla o escribe, sin importar el tamaño de las unidades producidas. Puedo decir ¡ ay !, ¡ socorro!, y en esos hechos lingüísticos estoy ante discursos con la misma validez de si produzco un texto oral o escrito de cierta extensión como este artículo.
Para que cual cosa que se diga sea un discurso, el requisito indispensable es que se produzca en contexto de interacción verbal entre un locutor( hablante o escritor) y un locutor (oyente o lector).
Esas funciones pueden ser asumidas hasta por la misma persona que profiere el discurso en forma de monólogo o discurso interior. Pero, en principio, todo discurso es dialógico. Y en ese sentido, siempre está orientado por una intención del locutor hacia el interlocutor.
En nuestra obra La cultura de la lengua(1986) adoptamos el concepto de discurso “en su más amplia extensión”, propuesto por Emile Benveniste (1959): toda enunciación que involucre a un locutor y aun interlocutor y que implique la intención del primero de influir en el segundo de alguna manera.
También asumimos la conceptuación metodológica de Teum A. Van Dijk (2000), quien reconoce en el discurso tres dimensiones: uso de la lengua, interacción social y cognición o comunicación de creencias.
Tipos de discurso
El discurso ordinario es el que los hablantes pronunciamos en nuestras interacciones diarias en torno a los temas corrientes. Pero en su tiempo, Aristóteles clasificó los discursos en tres tipos, atendiendo a los contextos y los propósitos.
1.Discurso deliberativo: como los que se pronuncian en el Congreso o en cualquier asamblea o cenáculo donde se debata sobre cualquier tema.
- Discurso judicial: como los de los tribunales, que requieren de un veredicto.
3.Discurso epidíctico, cuya característica principal es que está concentrado en el lucimiento del hablante u orador .
Después del discurso ordinario, el epidíctico es el discurso más usual. Son epidícticos todos los textos producidos habitualmente con propósitos y formatos diversos en la vida pública o privada.
Son textos epidícticos los panegíricos en ocasiones alegres o luctuosas: lamentar, halagar, alabar. También las invitaciones para todo tipo de evento social.
Luego de Aristóteles, es así como hoy se entiende, la intención, el propósito y el contexto y otros factores ayudan a clasificaciones más específicas de los discursos. Los discursos pueden ser orales o escritos, cultos o populares, persuasivos, lúdicos, de enfetenimiento, literarios o no literarios, breves o extensos, etc.
En general, cada actividad particular genera un tipo de discurso. Si soy profesor y hablo como tal, mi discurso es académico o pedagógico. Si soy sacerdote o pastor, mi discurso es religioso. Pero también hay discursos ateos, satánicos,etc.
Discurso político
Si soy político, mi discurso es político.
Los discursos de los personajes políticos son los textos emitidos públicamente en los cuales se formulan, explícita o implícitamente, sus pensamientos y sus proyectos políticos, ideológicos, éticos, etc.
Así, el discurso de un político en ejercicio puede ser analizado como discurso electoral, si lo produce durante la campaña electoral; discurso de juramentación presidencial, si es el que pronuncia cuando se juramenta como presidente de la República; discurso presidencial, como el de rendición de cuentas, si lo pronuncia en el ejercicio del poder.
Todo eso es discurso político. Es la comunicación en relación con el poder, de los gobernantes y los gobernados, sobre cualquiera de los tópicos de esa relación.
Dentro de esa doble visión, la política es un conjunto de relaciones fijadas en acciones discursivas como la constitución, las leyes, etc., en las cuales se prescriben los deberes y los derechos de los gobernados y los gobernantes en relación con el acceso y la gestión del poder.
La política es, entonces, un área temática; no solo práctica sino también discursiva. Es un tipo de comunicación que expresa las relaciones con respecto al poder; las relaciones de control y dominación por medios discursivos de unos sujetos con respecto a otros sujetos.
Existen discursos dominantes y discursos dominados, pero esa relación es intercambiable y se ejerce en forma multilateral. El núcleo central de este tipo de discurso es que, independientemente de los soportes físicos empleados, un locutor social o institucional se ampara de la voluntad de un auditorio mediante estrategias diversas, regularmente persuasivas, en situaciones de competición por el poder.
Así entendido, el discurso político no se limita a un tipo de texto en específico o a un formato de presentación. Eso puede ser sólo manifestaciones. Un discurso es político porque reúne estas tres condiciones: el tema político, la relación de poder y la situación política.
Análisis del discurso y translingüística
La orientación translingüística es el marco teórico fundamental expuesto por este autor en anteriores investigaciones: “La Translingüística es un enfoque de acercamiento al conocimiento desde la lengua hacia todo el universo colocado más allá de la lengua.”(Matos Moquete, 2005)
El discurso es el eje central de la translingüística. Es el espacio en que el sujeto, la lengua y la cultura se encuentran y se actualizan constantemente, según los modos de enunciar y de significar de cada época.
El discurso es acción y sentido; intercambio de locutores, de experiencias, de emociones, de hechos y conceptos.
La dimensión ideológica del discurso es parte constitutiva de su funcionamiento. Y esto se debe a que es una estructura y una manifestación de la intención del hablante. (Matos Moquete, 2007)
Los estudios actuales acerca del discurso, del texto y la comunicación, en particular en el ámbito del Análisis del Discurso, se conectan con la perspectiva translingüística de una lingüística de la enunciación y la pragmática.
Desde la perspectiva translingüística, el concepto de cultura de la lengua brinda un marco estratégicamente útil a las orientaciones teórico-metodológicos del Análisis del Discurso (AD) y el Análisis Crítico del Discurso .
Esos enfoques tienen en común la tarea de situar, en los contextos específicos, los sentidos políticos e ideológicos de las producciones discursivas relacionadas con el poder.
Por eso es fundamental en la democracia incentivar las lecturas e interpretaciones críticas que impliquen un proceso de concienciación y toma de posición con respecto a las propuestas de dominación de los discursos, en especial los discursos políticos.