“You are fired” o estás despedido era la frase utilizada por el expresidente Donald Trump en el programa “The Apprentice” de la cadena NBC en el 2004. La expresión se volvió popular porque era la forma con la que se descalificaban a los perdedores en el reality.
Esta misma frase es quizás la que él mismo debe aplicarse como resultado de las recientes encuestas que lo mantienen perdiendo aceptación en los segmentos de la población republicana que lo apoyaron incondicionalmente en el 2016 llevándolo a la casa blanca.
Es importante establecer que no siempre los republicanos y los evangélicos más conservadores coincidieron en la política. Como bien lo explico el filósofo y lingüista Noam Chomsky para nuestro medio Acento.com en entrevista 5/4/21 “intereses políticos y económicos han motivado a los conservadores en EE.UU y Latinoamérica”. “Y que en la década de los 70 casi todos los líderes (republicanos) eran pro-decisión y dirigían campaña por el derecho a decidir", pero que cambiaron su discurso por la iniciativa ideológica de Paul Weyrich.
Los republicanos decidieron "como estrategia de campaña, abanderar la lucha contra los derechos reproductivos”, para así obtener el respaldo de ese importante grupo de religiosos, que le garantizaría arrastre político mediante donaciones de millones de dólares para el financiamiento a políticos y congresistas.
En la actualidad, la popularidad del último mandatario republicano continúa debilitándose rápidamente entre los evangélicos no educados, entre los de 60 años de edad, los blancos del sexo masculino, los conservadores que sobrepasan los 65 años; esto probablemente indica que la “fiebre” Trump ha comenzado a “desaparecer”.
Pero los efectos secundarios permanecerán por mucho tiempo y un ejemplo de esto fue lo sucedido en el asalto al capitolio el pasado 6 de enero. Por otra parte, ¿hasta qué punto pueden afectar las recientes encuestas las intenciones del partido de regresarlo a Washington DC sin contar con el apoyo de los religiosos?
Ya que el respaldo del movimiento de evangélicos ultra conservadores para los republicanos se remonta al 1973 cuando la suprema Corte de Justicia despenalizo el aborto en el Caso Roe contra Wade. A partir de ese momento los religiosos empezaron a tomar presencia en el escenario político norteamericano, realizando donaciones de millones de dólares para el financiamiento a políticos y congresistas.
Con el objetivo de revertir la “depravación” sexual que se asomaba. Sin embargo, aunque este descenso en la popularidad de Trump ofrece cierto respiro a la democracia de cara a las presidenciales del 2024, no es definitivo. Ya el GOP se encargó de sembrar la semilla de la desconfianza haciéndolo presidente.
Y para muestra un botón, el asalto al capitolio el pasado 6 de enero. Y que pese a que el partido reconoció en un comunicado su condena a dicha acción, estos no culparon a su líder.
Ahora bien, lo que preocupa es que en la actualidad los partidos están preparándose de cara a las presidenciales del 2024 y no suena otra figura que no sea la del exmandatario dentro del partido. Pero la organización política es quien debería aplicar la frase de estas despedido y rescatar los valores e ideales de uno de sus líderes histórico, Abraham Lincoln sus principios e ideología; pero eso no sucederá.
La caída significativa de puntos de protestantes evangélicos que vieron el expresidente como el mesia estadounidense no tiene relevancia aun, pero pueda que sea una señal. Estamos convencidos de que el candidato que el GOP elija, recibirá el completo respaldo de un movimiento que logro imponer 2 conservadores en la suprema Corte de Justicia Brett Kavanaugh y Amy Coney Barrett. Y están detrás de los 18 estados que han establecido restricciones al aborto.
Esta nación está fracturada en todas sus estructuras y es por eso que no se puede descartar en su totalidad que el partido promueva a Trump. En medio aun de la pandemia, esta nación debería enfocarse en la reconstrucción del rescate de la democracia, llevando a una figura fresca y joven.
Que represente los ideales de los defensores de la constitución, la libertad de expresión, el respeto a las minorías y la bienvenida a los migrantes. Pero eso no sucederá, ya que ahora los principios le cedieron el paso a las teorías de conspiración.
Ojalá que los republicanos aprendan de sus errores y le digan de una vez y por todas a su líder !estás despedido! y que dicha acción lo desaparezca del escenario político de una vez y para siempre.