El envejecimiento poblacional en América Latina y el Caribe (ALC) no es una proyección distante, sino una realidad inminente que demanda respuestas urgentes y estructurales. Con una población mayor de 65 años que pasará del 9.9 % al 18.9 % para 2050 (CEPAL, 2024), los efectos de este cambio demográfico se harán sentir en el mercado laboral, los sistemas de pensiones y la sostenibilidad fiscal de los países de la región.

Esta tendencia plantea preguntas fundamentales sobre la capacidad de las economías para sostener a una creciente población envejecida sin comprometer el bienestar de las generaciones más jóvenes. Si bien algunos países desarrollados han logrado mitigar parcialmente este impacto con reformas estructurales, ALC aún carece de políticas adecuadas para gestionar este cambio con eficacia.

La presión sobre los sistemas de pensiones y la economía laboral

Uno de los principales desafíos del envejecimiento poblacional es la presión sobre los sistemas de pensiones, muchos de los cuales dependen de esquemas de reparto donde las contribuciones de los trabajadores activos financian las pensiones de los jubilados. Con una proporción cada vez menor de trabajadores cotizantes y un número creciente de beneficiarios, la viabilidad financiera de estos sistemas se encuentra en riesgo. Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en varios países de la región, los déficits en los sistemas de pensiones han aumentado de manera alarmante, lo que obliga a los gobiernos a subsidiarlos con recursos fiscales, generando presión sobre las finanzas públicas (BID, 2023).

Además, la disminución de la población en edad laboral podría afectar el crecimiento económico. La CEPAL (2024) proyecta que la fuerza laboral urbana aumentará de 274 millones en 2024 a 337 millones en 2050, pero este crecimiento será considerablemente más lento que en décadas anteriores. En este escenario, la productividad y la competitividad de la región dependerán de la capacidad de los países para aumentar la participación laboral, especialmente de las mujeres y de los adultos mayores, e invertir en capital humano y tecnología para compensar la reducción de la mano de obra joven.

Los sistemas de salud, en alerta por la demanda creciente

El envejecimiento conlleva un aumento en la incidencia de enfermedades crónicas y la demanda de servicios de salud especializados. Enfermedades como la diabetes, la hipertensión y las enfermedades neurodegenerativas se vuelven más prevalentes con la edad, lo que implica mayores costos para los sistemas de salud. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), para 2030 habrá más personas mayores de 60 años que menores de 15, lo que obliga a repensar los modelos de atención sanitaria (OPS, 2024).

Este fenómeno incrementará aún más la demanda de políticas que prioricen la atención primaria y la prevención, promoviendo estilos de vida saludables desde edades tempranas. De lo contrario, los sistemas de salud de la región podrían colapsar ante la creciente demanda de servicios de alto costo, como la hospitalización prolongada y los cuidados paliativos.

Adaptación de las ciudades y el entorno laboral

El envejecimiento también implica la necesidad de adaptar las ciudades, el transporte público y los entornos laborales a una población de mayor edad. Infraestructuras accesibles, viviendas adecuadas y espacios urbanos amigables con las personas mayores deben convertirse en una prioridad en la planificación urbana. Además, es necesario implementar políticas de empleo flexible y programas de recualificación laboral para que quienes deseen seguir trabajando puedan hacerlo en condiciones dignas.

En este sentido, algunos países como Nueva Zelanda y Suecia han adoptado modelos que promueven la inclusión de los adultos mayores en el mercado laboral, lo que permite prolongar su vida productiva y reducir la presión sobre los sistemas de pensiones. Sin embargo, en ALC aún falta un marco regulatorio robusto que incentive la contratación de personas mayores y promueva la igualdad de oportunidades en el empleo.

Hacia un modelo de envejecimiento sostenible

Actualmente, el 11% de la población de 60 años o más en ALC es dependiente, es decir, requiere asistencia para realizar actividades diarias. Este porcentaje aumenta con la edad, especialmente entre las mujeres.

Se estima que, para 2050, la proporción de personas mayores de 80 años en la región pasará del 11% al 26% del total de adultos mayores, lo que incrementará la demanda de servicios de atención a la dependencia.

Para garantizar que el envejecimiento en América Latina y el Caribe no se convierta en una crisis social y económica es fundamental un enfoque integral que involucre al sector público, privado y la sociedad civil. Reformar los sistemas de pensiones, fortalecer los sistemas de salud y garantizar ciudades inclusivas son pasos esenciales para asegurar un envejecimiento digno y sostenible.

Aún estamos a tiempo de actuar. La pregunta no es si debemos adaptarnos a esta nueva realidad, sino cómo lo haremos y cuán rápido podemos responder.

La pasividad no es una opción cuando el bienestar de las futuras generaciones está en juego.

Referencias
• Banco Interamericano de Desarrollo (BID). (2023). Panorama de envejecimiento y dependencia en América Latina y el Caribe. Publicaciones BID. Recuperado de https://publications.iadb.org/es/panorama-de-envejecimiento-y-dependencia-en-america-latina-y-el-caribe
• Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). (2024). Crecimiento poblacional de América Latina y el Caribe cae por debajo de expectativas: La población total alcanzará su punto máximo antes de lo previsto. CEPAL. Recuperado de https://www.cepal.org/es/comunicados/crecimiento-poblacional-america-latina-caribe-cae-debajo-expectativas-la-poblacion-total
• Organización Panamericana de la Salud (OPS). (2024). Envejecimiento en América Latina y el Caribe desde la perspectiva de las cuentas nacionales de transferencia. OPS. Recuperado de https://www.paho.org/es/documentos/envejecimiento-america-latina-caribe-desde-perspectiva-cuentas-nacionales-transferencia
• Naciones Unidas. (2023). Envejecimiento de América Latina: En 2030 habrá más mayores de 60 años que menores de 15. Naciones Unidas – Objetivos de Desarrollo Sostenible (UNSDG). Recuperado de https://unsdg.un.org/es/latest/stories/envejecimiento-de-am%C3%A9rica-latina-en-2030-habr%C3%A1-m%C3%A1s-mayores-de-60-a%C3%B1os-que-menores-de