Hoy conmemoramos el 178 aniversario de la Constitución de la República. El proyecto liberal del fundador de la República, Juan Pablo Duarte, y sus compañeros de La Trinitaria, es todavía un proyecto aspiración del pueblo dominicano expresado en el texto más amplio que es la Constitución del 2010, la cual la podemos referir en el marco conceptual como una Constitución programática.
Largos y tortuosos han sido los infortunios del texto constitucional dominicano, abolido por reformas, anexión, por intervención, por golpe de Estado, desconocimiento de la voluntad popular. En este tránsito constitucional no podemos olvidar los aportes de la Constitución de 1963, donde profesor Juan Boch, a través de su proyecto constituyente plasmó derecho fundamentales, como derechos sociales, económicos y culturales; que para la época eran de avanzada con relación al resto del constitucionalismo latinoamericano.
Lamentablemente y para desgracias de la nación esta Constitución fue desconocida ,y años más tarde se genera la confrontación cívico- militar bajo la consigna de –Vuelta a la Constitucionalidad sin Elecciones-. Somos el único pueblo América que ha tomado las armas para defender la Constitución.
A lo largo de la vida republicana nuestra Constitución ha recibido 39 modificaciones la mayoría de ellas para tocar el tema de la reelección presidencial. Ahora, desde la distancia, podemos significar que ha crecido en la conciencia popular el espíritu de la Constitución. Hoy en día, se hace cada vez más difícil su vulnerabilidad o el desconocimiento.
La vida republicana de nuestro país se ha desarrollado a nivel regional como uno de los países que tiene una de las constituciones más modernas. Se garantiza, a través de la interpretación que hace el Tribunal Constitucional, en el cumplimiento de sus decisiones.
Es necesario destacar de manera plausible la labor realizada por el Tribunal Constitucional por difundir, educar, formar en el respeto a la Constitución.
Hoy en día disfrutamos de un nivel bastante aceptable, en materia de reconocimiento de la Constitución, el perfeccionamiento aspiración del texto está anclado en el alma nacional y todos tenemos el deber de dignificar respetar y difundir nuestra Constitución.