La propuesta de unificar las elecciones presidenciales, congresuales y municipales en una sola jornada electoral ha generado un debate significativo en diferentes sectores. Esta iniciativa, impulsada como parte de las reformas constitucionales propuestas por nuestro señor presidente Luis Abinader, persigue modificar el calendario electoral para que todos los cargos electivos se decidan en una misma fecha, de manera simultánea específicamente el tercer domingo de mayo cada cuatro años a partir del año 2032. Aunque esta propuesta es objeto de ataques de algunos intereses particulares, existen múltiples ventajas que hacen de las elecciones conjuntas una opción atractiva para fortalecer el sistema democrático, modernizar y mejorar la eficiencia del proceso electoral en el país.

Una de las ventajas más evidentes de celebrar todas las elecciones en un solo día es la reducción significativa de los gastos asociados al proceso electoral. Organizar elecciones en nuestro país, es una actividad muy costosa que requiere una gran cantidad de presupuesto, de recursos humanos, herramientas, materiales y otros. Al unificar las elecciones, se eliminan los gastos redundantes en logística, impresión de boletas, capacitación de personal electoral y operación de centros de votación. Esto representa un ahorro considerable para el Estado, permitiendo que esos recursos se destinen a otras áreas prioritarias, así como también un ahorro para los partidos y para los equipos políticos.

Celebrar las elecciones en una sola jornada también puede incentivar una mayor participación ciudadana, en un país donde existe aún apatía en la clase media y alta para acudir a las elecciones y donde es considerable el porcentaje de abstención. Cuando los votantes deben acudir a las urnas en varias ocasiones en un corto período de tiempo, existe el riesgo de que experimenten fatiga electoral, lo que podría llevar a una disminución en la participación. Al concentrar todas las elecciones en un solo día, se simplifica el proceso para los votantes, aumentando la probabilidad de que ejerzan su derecho al voto de manera más consistente y con mayor interés. Además, esto podría facilitar la movilización de los partidos políticos y las organizaciones de la sociedad civil para promover la participación ciudadana y empoderar más a la gente de este proceso de la democracia.

Unificar las elecciones también contribuye a reducir las oportunidades de interferencia y manipulación política. En un contexto en el que las elecciones se celebran por separado, puede existir la tentación de utilizar los resultados de una elección para influir en las siguientes, a través de campañas prolongadas o estrategias de desgaste. Al realizar todas las elecciones juntas, se minimiza la posibilidad de que los resultados de una elección afecten de manera indebida el comportamiento de los votantes en otra, asegurando que cada elección se decida de manera independiente y equitativa.

Otro beneficio importante es la simplificación del proceso electoral tanto para los votantes como para las autoridades electorales. Para los ciudadanos, votar en una única jornada para todos los cargos representa un proceso más directo y mucho menos confuso. No tendrán que estar pendientes de dos jornadas electorales, ni paralizar sus actividades cotidianas en dos procesos con fechas diferentes, ni lidiar con traslado/movilización en diferentes meses del año. Para las autoridades electorales, organizar elecciones conjuntas reduce la complejidad administrativa y permite concentrar todos los esfuerzos en asegurar que ese único día se desarrolle de manera ordenada y eficiente.

La unificación de las elecciones puede fortalecer la cohesión democrática al alinear las responsabilidades de los diferentes niveles de gobierno. Cuando las elecciones se celebran juntas, los votantes tienen la oportunidad de considerar cómo sus decisiones a nivel municipal, congresual y presidencial pueden complementarse entre sí. Esto fomenta una visión más integrada y coherente del gobierno, donde los electores pueden elegir a sus representantes teniendo en cuenta el impacto de sus decisiones en todos los niveles del poder.

Celebrar elecciones conjuntas permite una mayor claridad en los resultados. Los ciudadanos emiten sus votos considerando un panorama completo, lo que puede reflejarse en una mayor coherencia entre las autoridades electas a nivel municipal, congresual y presidencial. Esto puede contribuir a una gobernabilidad más estable y a una mayor alineación en la implementación de políticas públicas, dado que las figuras políticas aspirantes a cargos electivos habrán sido elegidas bajo una misma corriente de voluntad popular.

Nuestro país, nuestra sociedad ha evolucionado, aunque algunos no lo quieran comprender, o quieran permanecer en la conveniencia particular sin ver el mejor interés y bienestar colectivo. Nuestro presidente, Luis Abinader, con la propuesta de reforma constitucional que ha enviado al congreso, quiere responder a las preocupaciones que persisten en el imaginario del dominicano que con reflexión piensa en las realidades de nuestro país, esas lamentables realidades, la corrupción instaurada por años en otros gobiernos, la falta de transparencia y el mal uso de los recursos públicos, así como el mal uso del poder, eso que algunos políticos tradicionales tienen en la piel escondida debajo del saco y de la narrativa.

La participación ciudadana es clave para asegurar que la reforma refleje verdaderamente los intereses de la gente y evite una polarización política. En un momento tan crucial como el que vivimos, en el que podemos ser propulsores de grandes cambios, de cambios positivos para vivirlos así como para también dejarles a nuestros hijos una mejor sociedad, un mejor país, es esencial que reflexionemos sobre nuestras acciones y decisiones, no solo como individuos, sino como profesionales, como políticos, o desde cualquier espacio que ocupemos. La propuesta de unificar las elecciones nos brinda una oportunidad única y maravillosa para pensar en el futuro de nuestro país, y no en intereses particulares o personales que puedan estar vinculados a las coyunturas del momento.

Desde cualquier entorno en el que nos encontremos, debemos priorizar lo que realmente beneficia a la nación en su conjunto. Es vital que abandonemos los discursos y las posiciones que responden a agendas individuales y, en cambio, nos unamos en torno a un propósito común: construir una República Dominicana más justa, equitativa y democrática para todos, esfuerzo titánico y responsable de nuestro presidente Luis Abinader, y que merece el firme apoyo de todas y todos.