Desde 1974 al 2024 son 50 años vividos en la frontera norte, provincia Dajabón. Aún esperamos que los gobiernos de turno tanto en RD., como en RH., tengan presente que somos dos naciones en una isla. Queramos o no, tenemos que vivir teniéndonos en cuenta. Respetando la identidad y soberanía de cada nación; para eso está el diálogo de las oficialidades y a nivel popular, dialogar, compartir, colaborar y exigir a las autoridades respectivas, es el camino a seguir de las organizaciones comunitarias de ambos países…
Mirando nuestra realidad isleña aparecen dos naciones envueltas en una realidad de pobreza e injusticia estructural. Ante esta realidad, la frontera exige un control racional, inteligente, dignificante y en definitiva legal, respetuoso y solidario, que nos beneficie a las dos naciones.
Superar la pobreza y la estructura de injusticia, herencia colonial que disfrutan las élites de cada nación, supone soluciones creativas, dignas, propias, que requieren mirar la situación sin prejuicios y con voluntad de buscar resultados que nos beneficien a las dos naciones: RD y RH. Todos tenemos que liberarnos del odio inducido, de la revancha traicionera porque no resuelve y mantiene distancia.
La acción transformadora correcta tiene que ser conjunta: RD-RH-RD., “de aquí pallá y de allá pacá” Si permanecemos de espaldas nos alejamos. Si nos situamos de frente chocamos. Tenemos que estar uno al lado del otro. Respetando nuestras identidades culturales y por tanto nacionales. Nadie, ni personas ni naciones pueden dejar de ser Yo para ser Tú. Yo soy yo en la medida que tengo presente el Tú como es, con sus fortalezas y debilidades. Las relaciones con un Tú imaginado o con un Tú objetivizado no son dignas ni humanas, para ambos países.
El primer esfuerzo en el proceso de transformar la realidad fronteriza tiene que ser de los dos Pueblos, de los dos Estados, con el gobierno elegido democráticamente. En un segundo lugar, está el aporte de la Comunidad Internacional, que potenciaría lo NACIONAL y la BINACIONALIDAD. Somos las alas de la isla que quiere despegar del subdesarrollo Si no hay VOLUNTAD NACIONAL CON SENTIDO BINACIONAL las ayudas internacionales se convierten en fuentes de corrupción y dependencia, caldo de cultivo del narcotráfico y hasta del terrorismo armado y/o del terrorismo suicida…
Actualmente el control fronterizo está caracterizado por lo ilegal e irracional y los resultados que tenemos son: tráfico de nacionales irregulares, contrabando de mercancías, narcotráfico, robos de animales, violaciones de los DD.HH., y violencia institucionalizada e individualizada… Las soluciones implementadas por la oficialidad dominicana con las repatriaciones masivas e indiscriminadas y el control corrupto fronterizo de ambos países, genera un círculo vicioso: MÁS DE LO MISMO, aquí y allá. Esto se complementa con una oficialidad haitiana indolente, corrupta, violenta, des institucionalizada e individualizada, caótica.
Comercializar el control del flujo de inmigrantes irregulares y el visado es perjudicial para los dos Pueblos y Gobiernos. El comercio en la frontera de domingos/lunes y jueves/viernes es de subsistencia y la “brigandina” con la gran cantidad de personas lo arrabaliza: el desorden es perjudicial para los dos Pueblos y los dos gobiernos. Se mantiene el caos porque así se benefician más ambas autoridades…
En la frontera dominicana tenemos instituciones; pero hacen falta funcionarios que actúen con responsabilidad institucional. Hace falta una COORDINACIÓN INTERINSTITUCIONAL. No se puede progresar con instituciones individualizadas. En la frontera cada institución anda por su lado: Migración, Cancillería, Ayuntamiento, Aduana, CEI-RD, Gobernación, Ejército Nacional, Cesfront, Instancia de inteligencia G2, J2, DNI. DNCD. Cada uno quiere sacar su tajada. “Todo está bajo control”. “ssssss” corrupto. “La frontera está sellada” “ssssssss” y cada día el país lleno de nacionales haitianos irregulares. “sssssss” Para sacarlos del país no se sigue el debido proceso y se extorsionan, para dejarlos entrar también los extorsionan. “Ese negocito” es de las autoridades; pero no hay seguimiento, y cuando llega un funcionario nuevo, hay que comenzar de nuevo. Cada funcionario tiene su librito dependiendo el jefe político que lo haya nombrado.
Tenemos que superar el centralismo y el clientelismo político, causas de la corrupción, la impunidad y violación de los derechos humanos.
Tenemos que abrirnos a la participación democrática. Colaboración honrada y administración transparente. No es mucho pedir. Si se paga bien se puede actuar con honradez. Lo que pasa es que se paga poco porque se supone que se roba. La cogioca, la mordida es parte del sueldo.
La coordinación del sentido nacional con lo binacional tiene que ser una realidad tanto a nivel nacional como local fronterizo.
En la frontera de hoy, lo mismo que en la de ayer y en la de mañana, tenemos dos realidades necesarias, que exigen soluciones urgentes: control racional y legal de la inmigración y comercio de subsistencia justo, legal, libre y solidario. Nadie por encima de la ley y nada por debajo de la ley.
La racionalidad es el primer paso de la legalidad. Por ejemplo, miles de inmigrantes regresan a su país a pasar las fiestas navideñas y ahí mismo inicia el saqueo público al cruzar la frontera… y al regreso se les impide el cruce por el puente. Se sabe que cruzarán por el río pagando a la posta militar, aduana mojá, y en las carreteras a los chequeos, peaje migratorio…, se sabe que son nacionales irregulares; pero se les emplea en los trabajos públicos, en la construcción, en las agroindustrias y el comercio… son irregulares para cruzar la frontera; pero no son irregulares para ponerlos a trabajar donde sea…, y por quien sea. El mismo gobierno es empleador de los nacionales haitianos irregulares. Las mismas autoridades nacionales de RD son quienes mantienen la irregularidad de los nacionales haitianos porque no le dan continuidad al proceso DE REGULARIZACIÓN quitándoles los carnets vencidos y no renovarlos a los nacionales haitianos.
Para poder controlar los maleantes extranjeros tenemos que identificar a los hombres y mujeres serios y serias, de trabajo, y regularizarles. Esos hombres y mujeres que vienen a trabajar y son serios y regularizados, que tienen trabajo seguro en las agroindustrias y la construcción o en el comercio se les puede dar una identificación para que se puedan movilizar en el interior del país y puedan cruzar la frontera sin extorsión. Y puedan vivir tranquilos como merecen las personas serias y de trabajo. ¿Y el Plan Nacional de Regularización? Muy bien gracias…
Lo mismo se puede hacer para la realización del comercio de subsistencia los días domingos/lunes y jueves/viernes: una estructura binacional geográfica, que evite el que los pequeños y medianos comerciantes haitianos tengan que cruzar por el río los días de mercado. La aduana mojá es fuente de violaciones a los DD.HH., y de extorsión. La Binacionalidad Geográfica hace que el comercio de subsistencia sea auténticamente binacional y beneficiaría económicamente a los dos municipios el de Dajabón y el de Wanament y que sea diario dado que existen estructuras millonarias allá y aquí. Así habría más orden y sano control. Cada comerciante con su caseta, allá y aquí. Sería el Super Mercado de los pobres, para eso se cobran impuestos a los vendedores.
En fin, la realidad binacional es un desafío para los dos pueblos beneficiarios, los dos gobiernos, que cobran impuestos, y la comunidad internacional, que tiene una deuda con la isla.
A nivel de isla y/o de naciones, tenemos que fortalecer una Coordinación Interinstitucional con sentido binacional ofreciendo a la población servicios institucionalizados por las leyes, no por el capricho y beneficio individual. Dejemos de creer en fantasmas inventado, en el cuco de “invasión pacífica”. Todos queremos vivir en dignidad…
Tenemos que superar los prejuicios, las lamentaciones y acusaciones; así podemos hacer lo que está a nuestro alcance como persona y como país, actuando con una coordinación interinstitucional y con sentido binacional, que es lo que resuelve.
Desde la frontera norte hacemos un llamado a todas las asociaciones comunitarias de base de nuestro país y de Haití, especialmente a las fronterizas, para que fortalezcan su estructura organizativa, democrática, participativa y así exigir a los respectivos gobiernos los servicios, la defensa, el control y la legalidad, que nos corresponde.
Haití es nuestro segundo socio comercial, después de Estados Unidos de América. Somos 20 millones de personas (+ ó -). Pensemos en grande: la Agropecuaria, la Industrialización, el Comercio, la Salud, la Educación, la Vivienda, los Servicios. Busquemos el Buen Vivir.