El perdón es una decisión, una acción tomada con libertad y voluntad propia. Es un hecho que libera los sentimientos negativos, como el rencor, resentimiento, enojo, disturbio mental, inestabilidad emocional, y desconfianza; ya que perdonar restaura la condición espiritual propia de una persona sana y consciente de lo que es la virtud de la fraternidad. Al perdonar, se restablece la energía perdida y repone la buena salud embobecida por la infección psíquica.
Perdonar abre un nuevo camino hacia la reconciliación, abandona la infausta condición de negación del pasado, y alivia la persistente angustia que mantenía un veneno que intoxica el alma. Se ha dicho de manera muy precisa que: “La falta del perdón es el veneno más destructivo para el espíritu”.
De manera efectiva, al perdonar, capacita para concentrarse mejor y relacionarse con amor sincero, e indudable confianza; pues, libera suspicacias y trazos sombríos subyacentes en la mente y el corazón.
Perdonar es una virtud enseñada y practicada por personajes de la santa Biblia, en realidad por Jesús de Nazaret, quien en Mateo 18:14-22, dio un puntual modo de perdonar al responder a Pedro, quien le preguntó a Jesús; ¿Cuantas veces deberé perdonar a mi hermano, si me hace algo malo? ¿Hasta siete veces? Jesús le contestó: “No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete”. (Matero 18:21-22).
Más notable, aun, es el caso en la ocasión cuando Jesús estaba colgado en la cruz y expresó: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”. (Lucas 23: 34).
Otra valiosa narración acerca de perdonar, fue lo que sucedió en la muerte de Esteban, mientras él era apedreado por dirigentes judíos para martirizarlo, con el consentimiento de Saulo de Tarso, posteriormente, san Pablo; el joven seguidor de Jesucristo, oró diciendo: “Señor Jesús, recibe mi espíritu”. Luego se puso de rodillas y gritó con voz fuerte: “Señor. No tomes en cuenta este pecado”. (Hechos 7: 59-60). Estos hechos singulares de perdonar, está ahí como atinados prototipos.
En la santa Biblia hay 35 a 40 versículos con referencias sobre el valor de perdonar. Los ejemplos de Jesús, Esteban y otras figuras en las Santas Escritura para perdonar deben ser modelos para seguir; por tanto, en lugar de ser acomplejados, de duros corazones, vengativos, resentidos, debilitados por el veneno que intoxica el alma; se sigue lo dicho por san Pablo en Efesios 4: 32: “Más bien, sean bondadosos, y compasivo unos con otros, y perdonándose mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo”. (Efesios 4: 32)