Recientemente, Estados Unidos, Canadá y México se reunieron para crear estrategias conjuntas sobre cómo combatir el tráfico de la droga sintética fentanilo.
La certeza de este acuerdo radicará en que cada nación sea capaz de generar un compromiso, sin quebrantar las obligaciones contraídas.
Este medicamento fue sintetizado por primera vez por el Dr. Paul Janssen, en diciembre de 1960 y aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) en 1968.
En la actualidad gran pate de la producción del fármaco se ubica en China e India. Se ha establecido que desde México se introduce en EE.UU. De ahí, que el encuentro celebrado entre esas tres naciones se produce en medio de tensiones entre EE.UU. y México por el aumento de víctimas fatales por el abuso del fentanilo.
Datos del Centro del Control y prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) indican:
“Casi 70.000 personas en Estados Unidos murieron por sobredosis de drogas que involucraron fentanilo en 2021”.
En Estados Unidos y Canadá las muertes por sobredosis del fármaco siguen batiendo récords.
Se registraron unas 107.000 muertes por sobredosis en 2021, frente a unas 92.000 en 2020.
Según el informe anual de las drogas 2022 de la UNODC. “Las muertes han alcanzado proporciones de crisis, particularmente en Columbia Británica, en el oeste de Canadá”.
Tras varios meses de debate, en el cual los gobiernos de EE. UU y México se lanzaran la culpa, todo apunta que ambas administraciones desean buscar soluciones conjuntas. De esta manera se crearía un plan para reducir las muertes y las adicciones, seguido de la creación de un marco jurídico, como la base regulatoria. Un tercer aspecto sería la prevención.
Pero es más difícil de lo que se ve, no solo por el hecho mismo de intentar combatir el narcotráfico transnacional, sino por todos los problemas de consumo, producción y comercialización de drogas en México y EE.UU.
Sumar Canadá a este intento de cooperación puede ser el comienzo de una batalla larga. Si se logra un acuerdo entre los tres países del norte de América se podrían sentar las bases para la creación de vías más allá de la diplomacia.