Un paciente, de nombre Antonio, llegó un día a la consulta y me dice: “Dra, hace días que no duermo, no se que me pasa, yo no soy cobarde, pero me van a operar, lleva anestesia general, y me paso la noche pensando en que nunca más voy a despertar”.
Antonio es una persona que enfrenta los problemas y los resuelve, no se anda con rodeos; sin embargo "sentía miedo”.
El miedo es un sentimiento de desconfianza que impulsa a creer que va a suceder algo negativo, se trata de la angustia ante un peligro que puede ser real o imaginario.
En psicología, el miedo se define como una función adaptativa esencial, ya que prepara al organismo para enfrentar situaciones peligrosas mediante la activación de una respuesta de lucha o huida. Esta respuesta es fundamental para la supervivencia.
El miedo se caracteriza por una sensación de inquietud o agitación que puede ser acompañada por manifestaciones físicas como el aumento de la frecuencia cardíaca, la sudoración, la tensión muscular y la dilatación de las pupilas.
La adrenalina nos pone en un estado de vigilancia alta ante un estímulo amenazante y el cortisol –hormona que producen las glándulas suprarrenales– ayuda a los músculos a liberar más azúcar. Ambos alertan para escapar, esconderse o enfrentar el peligro.
Existen diferentes tipos de miedo:
Miedo real.
Miedo irreal o irracional.
El miedo normal.
Miedo patológico.
Miedo social.
Miedo físico.
Miedo al compromiso.
Miedo a ser descubierto.
En el caso de los niños, se tienen miedos más específicos según la edad:
– 0 a 6 meses: Sensibilidad a ruidos fuertes, desconocido, separación breve.
– 6 a 12 meses: Ansiedad de separación, temor a ruidos abruptos.
– 1 año: Inquietud ante extraños, miedo a separación.
– 2 años: Miedo a criaturas imaginarias, oscuridad, separación temporal.
– 3 años: Temor a la oscuridad, monstruos, animales.
– 4 a 5 años: Preocupación por lo sobrenatural, miedo a la oscuridad.
– 6 años: Temor a lo desconocido, situaciones sociales nuevas.
– 7 años: Miedo al fracaso escolar, rechazo social.
– 8 a 9 años: Preocupaciones sobre el rendimiento, apariencia física.
– 10 a 12 años: Miedo a la presión de grupo, ansiedad sobre el futuro.
– 13 a 15 años: Estrés por rendimiento académico, miedo a no encajar.
– 16 a 18 año: Preocupaciones sobre el futuro, ansiedad por expectativas.
Algunos relacionan el miedo a las emociones, pero eso aún sigue en estudio.
Sentir miedo es normal, pero si está bajo un miedo constante, "hay un problema”. No pierda tiempo,
Visite un profesional de la salud mental.